EL TEMPLO DEL CALVARIO
Hechos 1:1-3
Dios ordenó a Moisés que construyera el tabernáculo. Durante el éxodo, los israelitas vivieron centrados en el tabernáculo, y eso reformó lo que había grabado en su interior, sus raíces y naturaleza. David se aferró a la construcción del templo como su pacto y después recibió la mayor respuesta de su época. Sin embargo, hay muchas iglesias que se enfrentan a dificultades y conflictos durante la construcción del templo. ¿Por qué motivo? ¿Qué debemos confirmar en primer lugar?
1. El pacto del Calvario
Debemos aferrarnos en primer lugar al pacto del Calvario. Las figuras representativas del Antiguo Testamento experimentaron las obras al aferrarse simplemente al anuncio de Cristo. Noé a través del arca; Moisés a través del movimiento del tabernáculo; Samuel a través del movimiento del Arca del Pacto; y David a través del movimiento del templo pudieron experimentar respuestas asombrosas. Todos ellos simplemente se aferraron al pacto del Mesías que vendría, y eso les bastó para disfrutar de la bendición de los testigos. Dios nos ha dado hoy el misterio de Cristo, que es el pacto del Calvario que ya se ha cumplido. Grandes obras se levantarán en nuestras vidas cuando nos aferremos a este pacto.
2. El cumplimiento del Calvario
La respuesta de salvar el mundo comenzará cuando nos aferremos al pacto del Calvario y oremos. Dios ha edificado su iglesia sobre la roca de “Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Mateo 16:16), y nos ha dado el poder de vencer a las fuerzas de oscuridad y las llaves de Su reino. El reino de Dios se establecerá cuando nos aferremos a este pacto y oremos. No existe ninguna entidad en esta tierra que pueda frenar la respuesta que hemos recibido en esta confesión. Dios nos levantará como testigos que poseen la llenura del Espíritu Santo y Su poder sin importar lo débiles que seamos.
3. El futuro del Calvario
Jesús nos dijo que no temiéramos (Juan 14:1-27). No hay razón para que tengamos miedo si creemos en Jesús y en Dios, y poseemos el respaldo del cielo. Tampoco debemos temer porque el Consolador, el Espíritu Santo vino sobre nosotros. Dios sigue movilizando a Sus ángeles celestiales y respondiendo nuestras oraciones en el presente. Por tanto, como edificadores santos que serán usados por Dios, debemos aferrarnos al pacto y seguir el camino de las respuestas para salvar a las 237 naciones y a la siguiente generación.
Oración del evangelista. ¡Dios! Permite que veamos nuestro futuro y nos preparemos en consecuencia dentro del horario de bendiciones. Abre nuestros ojos espirituales y permite que se levanten las obras de salvar al mundo a través del pacto del Calvario.