LA ORGANIZACIÓN QUE SALVA A LA UNIVERSIDAD
Juan 21:15-18
Después de resucitar, Jesús se acercó a Pedro, le preguntó “¿Me amas?” y le ordenó “Apacienta mis ovejas”. El campo universitario representa la última etapa en lo que respecta a alimentar a Sus ovejas. En las universidades se encuentran personas de distintas naciones, talentos y recursos. Es un mundo lleno de posibilidades en comparación con el colegio y el instituto, donde todo parece cerrado y restringido. Lo más importante es que es en las universidades donde se reconocen y se desarrollan los rasgos de las personas exitosas. ¿Qué debemos recordar para salvar estos campus universitarios?
1. El mejor discípulo (Hechos 7:1-9)
Pablo formó un equipo que se comunicó dentro del Evangelio, entró constantemente en las sinagogas y se concentró en las tres fiestas. Las sinagogas eran como los campus universitarios actuales. Testificaron la necesidad de Cristo y proclamaron la razón por la cual Cristo había venido. En ese contexto se levantaron las mujeres virtuosas, los hebreos y el discípulo Jasón. Dios usó a los mejores discípulos para salvar el campo universitario.
2. Discípulos que arriesgaron sus vidas (Hechos 18:1-4)
Pablo se encontró con Priscila y Aquila, que eran discípulos que habían arriesgado sus vidas, cuando pasó Atenas y entró en Corinto. Se trataba de dos personas cuyo negocio estaba bien comunicado y que habían entrado constantemente en las sinagogas durante la Pascua. En otras palabras, el foco del evangelismo de Pablo fueron las sinagogas y su contenido se centró en la sanidad (Hechos 13, 16, 19).
3. Los que quedarán (Hechos 19:8-20)
Pablo entró en el campo de la universidad junto con los mejores discípulos y los que arriesgaron sus vidas porque ellos serían los que quedarían. En Éfeso, Pablo entró en las singogas y habló acerca del reino de Dios durante tres meses. Es más, había levantado individualmente a los discípulos y enseñado todos los días durante dos años en la escuela de Tiranno. El Evangelio fue proclamado en toda la región y las obras de sanidad se levantaron posteriormente.
Oración del evangelista. ¡Dios! Permite que nos convirtamos en el mejor discípulo, el discípulo que arriesga su vida y el discípulo que quedará y que salvará con el Evangelio el campo universitario dominado por la religión, las herejías y las filosofías.