EL EVANGELISMO DE LA SANIDAD – LA SANIDAD DEL EVANGELIO
Hechos 3:1
La mayoría de las personas comienza su proceso de sanidad con buenas intenciones; sin embargo, esas intenciones en muchos casos fracasan finalmente. Las personas creyentes que asisten a la iglesia también se enfrentan a problemas espirituales ocultos y experimentan dificultades después. Por lo tanto, debemos ir más alláde la simple sanidad y centrarnos en la sanidad del evangelismo a través del Evangelio. Sólo el Evangelio puede resolver estos problemas. Con este fin, la corriente de la palabra de Dios que guía la historia de la humanidad y decide el destino de los seres humanos, la corriente de oración que permite que recibamos respuestas y la corriente de los testigos que transmiten evidencias deben ser restauradas. A partir de ese momento, se empiezan a producir tres sanidades. ¿Cuáles son?
1. La sanidad del ministerio
En primer lugar, nuestro ministerio comienza a sanar porque cualquier persona que tenga Evangelio puede sanar a otras por medio del Evangelio. Pedro llegóa esa conclusión y tuvo la seguridad de que el Evangelio de Cristo que poseía era completo y suficiente. Pedro predicóel Evangelio al hombre paralítico que estaba sentado ante las puertas del templo durante el tiempo de la oración. En otras palabras, hay una persona en un campo determinado que espera pacientemente para recibir el misterio de Cristo que poseemos. Solo nosotros que hemos sido llamados como evangelistas podemos cumplir esta obra. Por lo tanto, no es necesario que sintamos envidia del ministerio que otras personas están viendo cumplirse. Dios haráevangelismo a través de Cristo, que mora en nuestro interior.
2. La sanidad de enfermedades
La sanidad de las enfermedades es un misterio que permite que el evangelismo continúe y se extienda. En primer lugar, debemos aplicar las 62 estrategias para sanar nuestras vidas. El espíritu y la carne se avivan cuando descubrimos y transmitimos el pacto del que Dios ha hablado y que cumple. Además, se graban en nuestro interior cosas nuevas cuando oramos aferrándonos a este pacto. En ese momento, recibimos ayuda para poner en práctica pequeñas cosas en nuestras vidas. Dios va más alláde la sanidad de las enfermedades al prometernos que estaráa nuestro lado. Simplemente esto es suficiente.
3. La sanidad de problemas
La cuestión más imperiosa es la sanidad de los problemas de esta época. Si analizamos la historia de Israel, veremos que el pueblo fue sometido a cautiverio, esclavitud y prisión cada vez que se enredócon nociones e ideologías falsas. Solo Cristo puede sanar esta cultura de oscuridad. Al igual que la nación de Israel, convertida en colonia, sanóa la superpotencia de Roma, el Evangelio de Cristo, el reino de Dios y las obras del Espíritu Santo pueden, sin duda, salvar esta época. Debemos desafiar para que la bendición sea restaurada preparándonos para comparecer ante el César de esta época.
Temas para el fórum. ¡Dios! En lugar de vivir una vida de mediocridad, permite que nos convirtamos en figuras que sanan y salvan el campo y la época, y que caminemos por el camino del evangelista que comparece ante el César de esta época.