LO QUE ESCUCHAMOS DE NUESTROS PADRES

Éxodo 3:18-20

La Biblia recoge el problema fundamental de romper la promesa con Dios, separarse de Él y caer en el engaño de Satanás. La era de Nefilim llegó como consecuencia y Satanás, que engañó a la humanidad para que quisiera parecerse a Dios, sigue obrando hoy en día. Esta es la razón que explica los desastres que siguen produciéndose. Dios llamó a Moisés en la era del Éxodo para resolver este problema y nos llama a nosotros en la actualidad. ¿Qué debemos recordar al ser llamados para hacer esta obra?

1. Grabar la Palabra en nuestros pensamientos, mentes y almas

Las obras se levantarán cuando grabemos la Palabra de Dios y del Evangelio en nuestros pensamientos, mentes y almas. Jocabed transmitió el Evangelio al pequeño Moisés mientras lo amamantaba; 80 años después, esa Palabra de Dios se cumplió en la vida Moisés cuando hizo el sacrificio de sangre (Éxodo 3:18). Las diez plagas cayeron sobre Egipto y todos sus ídolos se derrumbaron cuando los israelitas tomaron esta Palabra. Satanás sólo se rinde ante el pacto de la sangre de Cristo. Debemos encontrar esta verdad en primer lugar y transmitirla a la siguiente generación.

2. La Palabra grabada en las almas se cumple como una respuesta del desierto

La Palabra de Dios es poderosa y Dios obra siempre según Su Palabra. Dios abrió las aguas del Mar Rojo, alimentó a los israelitas con maná y codornices, y los guió con una columna de nube y una columna de fuego por medio de un hombre en quien la Palabra se había grabado. Dios les dio tres fiestas para cambiar sus grabaciones, raíces y naturaleza y les reveló el misterio de la oración a través del movimiento del tabernáculo mientras recorrían el desierto. También hizo milagros dondequiera que se encontrara el arca del pacto como evidencia de Su Palabra. Por último, pero no menos importante, Dios les ordenó enseñar estas verdades a las generaciones futuras para que pudieran salvar al mundo cubierto por la oscuridad. La Palabra grabada en nuestras almas levantará esta obra.

3. La respuesta de la conquista de Canaán

La respuesta de la conquista de Canaán vino cuando la Palabra se grabó. Dios le prometió a Josué: “como estuve con Moisés, estaré contigo”. Esta Palabra nos dice que Dios cumplirá Su pacto con nosotros al igual que cumplió el pacto que dio a Moisés. Cuando Josué, tomando este pacto, salió, Dios le dio respuestas sin precedentes como abrir las aguas del río Jordán, derrumbar las murallas de Jericó y detener el sol y la luna. Dios también le concedió la respuesta de conquistar la región montañosa de Anac y una confesión de fe. Debemos preguntarle a Dios quiénes somos, qué debemos hacer y dónde debemos ir. Dios nos dará las mismas respuestas que a Moisés y a Josué.

Temas para el fórum. ¡Dios! Gracias por llamarnos como hijos de la luz. Permite que transmitamos la Palabra del pacto y el Evangelio de Cristo que hemos recibido a las futuras generaciones.