LA FORMACIÓN DEL EQUIPO ESPECIAL, EL HORARIO DE LA GRACIA (LAS PERSONAS QUE QUEDAN, LAS PERSONAS ESPARCIDAS)

Hechos 11:19

Debemos entrar en el mismo horario de gracia que el aposento alto de Marcos cumplió simplemente con la oración (Hechos 1:14). Los discípulos esparcidos pudieron transmitir la Palabra a través de la persecución de Esteban. Estos discípulos estaban dispersos por todas partes (diáspora, esparcidos, los que quedan). En principio, puede parecernos que fueron abandonados y considerados como completos extraños, pero en realidad eran obreros comisionados por Dios. Debemos formar un equipo de oración para tomar el pacto y salvar la iglesia y el campo. ¿Qué debemos abrazar en nuestros corazones y disfrutar para llegar a ser como estas figuras?

1. El Evangelio – El rayo de luz (sanar desastres)

La Biblia nos revela que las fuerzas de oscuridad se quiebran cuando disfrutamos del Evangelio. El rayo de luz que sana los desastres viene sobre quienes gozan del Evangelio. Abraham fue testigo de ello. Abraham, que en el pasado había prestado mucha atención a las percepciones de otras personas y había sufrido por ello, entendió que Dios, que estaba con él, lo había llamado para cumplir las obras de la evangelización mundial. Dios prometió a Abraham que toda la tierra le sería confiada a él y a sus descendientes. Debemos creer en esta promesa.

2. Transmitir el Evangelio – El rayo de sanidad (sanar la carne y el espíritu)

El Evangelio se transmite de un modo natural si disfrutamos de él. Cuando eso sucede, Dios hace brillar el rayo de sanidad sobre nuestra carne y espíritu. Pedro, que disfrutaba de sólo Evangelio, transmitió este mismo Evangelio al hombre paralítico que estaba sentado ante la puerta del templo. El destino de ese hombre cambió completamente en el momento en que Pedro le ordenó que caminara en el nombre de Jesús de Nazaret. El rayo de sanidad brillará en medio del movimiento del Evangelio. La carne y el espíritu del campo se avivan cuando transmitimos esta luz.

3. El discípulo del Evangelio – El rayo del cambio (Hechos 8:26-40)

El cambio se producirá cuando transmitamos el Evangelio. El eunuco etíope se levantó como discípulo cuando Felipe compartió con él el Evangelio y lo bautizó. El rayo del cambio brilló sobre él. Esta es la obra que debemos comenzar hoy. Los discípulos que transmitirán el Evangelio se levantarán si disfrutamos sólo del Evangelio. Dios desea usarnos para sanar el cuerpo, la mente y el espíritu de aquellas personas que encuentran problemas en sus respectivos campos.

Temas para el fórum. ¡Dios! Permítenos salvar el campo y levantar discípulos como un Remanente que ha sido comisionado como una persona que queda y que es esparcida.