EL EVENTO PROFETIZADO
Mateo 28:16-20
La Iglesia Primitiva se enfrentó a la mayor crisis. No sólo se le impuso restricciones legales y se encarceló a sus miembros, sino que incluso eran asesinados. Sin embargo, los discípulos de la Iglesia Primitiva no fueron movidos ni un ápice porque sabían que estos hechos habían sido profetizados en la Biblia y constituían la razón para una victoria segura. ¿Qué contenido había sido profetizado en la Biblia?
1. La evidencia de la Biblia
La resurrección de Jesús es una evidencia del cumplimiento de la Palabra. Génesis 3:15 dice que la descendencia de la mujer aplastará la cabeza de la serpiente, y Isaías 7:14 profetiza el nacimiento de Jesús al afirmar que una virgen concebirá y dará a luz a un hijo. El Salmo 16:10 profetizó que Jesús resucitaría de la muerte. Todo se cumplió como había sido profetizado. La Palabra se convirtió en evidencia. Dios ha prometido la respuesta que dio a la Iglesia Primitiva a todas las personas que se aferren a este pacto.
2. La evidencia histórica
La confesión “padeció bajo Poncio Pilato” que aparece en el Credo de los Apóstoles hace referencia a una evidencia histórica. Jesús recibió la máxima sentencia permitida por la ley cuando Pilato era el prefecto romano que gobernaba la provincia romana de Judea. Jesús no había cometido ningún delito, pero fue crucificado tras ser acusado falsamente por los líderes religiosos de Israel. Sin embargo, resucitó tres días después como prueba de que Él es el Cristo.
3. La evidencia científica
Hay evidencias espirituales y científicas de la resurrección de Jesús. Todas las personas se enfrentan a la muerte. Sin embargo, la muerte es el viaje del espíritu y el alma de una persona a un lugar eterno. El fin de la tierra llegará con la segunda venida de Jesús; entonces todas las personas se transformarán en cuerpos que resucitarán e irán a un lugar eterno. El primer fruto de esta obra es Jesús (1 Corintios 15:20).
Temas para el fórum. ¡Dios! Gracias por salvarnos de Satanás, los desastres y el infierno. Permite que nos aferremos a la evidencia de la resurrección cada día y que nos convirtamos en evangelistas que no se estremecen en ninguna circunstancia y tienen victoria.