LOS PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA ORACIÓN
Daniel 6:10
Cuando nos duele el cuerpo o el corazón, buscamos un médico o alguien que nos aconseje. Sin embargo, por mucha ayuda que recibamos de estos profesionales, no podemos sanar nuestros problemas espirituales. Satanás nos ata con la trampa de las heridas del pasado, los problemas del campo y las preocupaciones futuras. La única manera de liberarnos de esta trampa es descubrir y disfrutar la felicidad de la oración dentro de Cristo. ¿Cuáles son los principios básicos de la oración y qué tipo de obras se levantan cuando oramos?
1. La oración que descubre nuestro “yo” y nos salva - Acción de gracias, Palabra, concentración, sanidad, equilibrio
La oración no es un clamor individual. La esencia fundamental de la oración consiste en experimentar un momento de máxima felicidad al comunicarnos con Dios. Hay cinco elementos relacionados con la oración que nos permite descubrirnos a nosotros mismos y salvarnos. Primero, descubrirnos a nosotros mismos dentro de Dios y restaurar después la acción de gracias por la salvación que hemos recibido. También debemos dedicar tiempo a lo largo del día a meditar silenciosamente sobre la Palabra que Dios nos ha dado. En ese momento, el poder que salva nuestro cuerpo y nuestra mente se restaura, y la sanidad y el equilibrio surgen de la Palabra.
2. La oración que cambia las circunstancias
Tres equilibrios se producirán en nuestro entorno si podemos conectar todo en la vida con la oración. En primer lugar, lograremos el equilibrio con la iglesia gracias al cual nuestro corazón se conecta con la Palabra de Dios. Las pequeñas devociones para la iglesia ya no nos resultarán una carga, sino que las percibiremos como respuestas. En segundo lugar, lograremos un equilibrio en nuestra realidad de tal manera que nuestros estudios o trabajo no nos agotarán, y tendremos un tiempo de gracia en el que se cumplirá la Palabra de Dios. Por último, encontraremos el equilibrio en situaciones que preocupan a otras personas ya que las consideran un grave problema. Somos personas que disfrutamos de la oración, y, por tanto, los problemas constituyen en última instancia oportunidades de bendiciones.
3. La oración que restaura el estado espiritual
Podremos cambiar el mundo si podemos disfrutar de la oración y restaurar nuestro estado espiritual. Debemos desafiar para disfrutar hoy de los principios básicos de la oración como Abraham, que restauró el culto construyendo un altar delante de Dios (Génesis 13:18); David, quien descubrió su especialidad cantando alabanzas en el desierto (Salmos 78:70-72); Daniel, que se salvó a sí mismo, a su entorno y el estado espiritual tres veces al día (Daniel 6:10); y la Iglesia Primitiva, que se aferró al pacto y experimentó el poder de la oración en medio de la persecución (Hechos 1:14).
Temas para el fórum. Dios, dentro de la oración que nos conecta contigo, permite que nos descubramos a nosotros mismos y las cosas que son nuestras que has creado, y que conquistemos el mundo levantados como testigos de Cristo en el campo al que nos has enviado.