FE Y RAZÓN (PENSAMIENTOS)
Éxodo 14:10-14
Dios ha provisto de intelecto, emociones y voluntad a las personas que han sido creadas a Su imagen. Las personas pueden responder a tres tipos de sesgos: idealistas, que descuidan la realidad y tienen grandes visiones; emocionalistas, que sólo oyen y escuchan lo que desean; y conductistas, que se mueven exclusivamente por la realidad y actuan con agresividad. ¿Qué podemos hacer para no caer en ninguno de estos sesgos y seguir siendo personas de fe racional capaces de centrarse en Dios y percibir con precisión el mundo?
1. Diferencia entre razón, incredulidad y fe
La ciencia se caracteriza por la armonización de todas las direcciones; bajo esa premisa, la medicina es considerada una ciencia física. Con esta misma perspectiva, el Evangelio, en lugar de ser no científico, es una para-ciencia y una ciencia espiritual que salva al mundo según lo prometido en la Biblia. Las personas que no entienden la evidencia del Evangelio racional inevitablemente se enfrentan a desastres similares a los de Roma y el judaísmo. Sin embargo, los milagros surgieron cuando las personas que formaban la Iglesia Primitiva, a pesar de todos sus defectos, restauraron la fe a través de las obras del Espíritu Santo y el poder de Dios.
2. La razón humana que puede correlacionarse con la incredulidad
Los israelitas se llenarno de quejas (pensamientos) cuando quedaron rodeados por el ejército egipcio y el Mar Rojo (14:10-11). Cuando sus pensamientos (la razón) están enraizados en la incredulidad (14:12), la persona es incapaz de ver las bendiciones de Dios o las obras de salvación (14:13-14). El pensamiento inmediato de Moisés fue que él no era la persona adecuada para presentarse ante Faraón (Éxodo 3:8-15). El raciocionio de los espías, que habían visto y oído muchas cosas, les llevó a considerar (incredulidad) que era inmensamente difícil conquistar la tierra de Canaán (Números 13:25-33).
3. La fe más racional que conecta con Dios
Al percibir nuestra realidad, no debemos caer en incredulidad, sino abrir nuestros ojos de fe y ver la verdad espiritual. La incredulidad conduce a desastres y destrucción. Sin embargo, cuando abrimos los ojos de la fe se abre el camino absoluto de las respuestas que conecta con Dios. Los ojos de los espías que confesaron que los israelitas eran como saltamontes comparados con los habitantes de Canaán brillaban con incredulidad. En cambio, Josué y Caleb, que habían abierto sus ojos para ver que Dios estaba con ellos, confesaron con confianza que la protección de Canaán había desaparecido y que la gente de esa tierra estaba preparada para caer ante los israelitas (Números 14:1-10).
Temas para el fórum. ¡Dios! Haz que no confíemos más en nuestros pensamientos y experiencias que nos conducen a la incredulidad, y permite que abramos nuestros ojos de fe para concentrarnos solo en Ti y disfrutar de la verdadera felicidad de conectar Contigo.