HABACUC
Habacuc 4:1-5
El nombre del profeta Habacuc, que pertenecía a la tribu de los levitas, significa “abrazar”. Judá, el reino del sur, vivía en medio de una gran confusión cuando Hababuc compartió la Palabra de Dios. El rey Josías había muerto durante una batalla, y el rey Joacaz, que le había sucedido en el trono, fue capturado por Egipto. A continuación, el joven Joaquín se convirtió en rey y siguió todas las órdenes de Egipto para ganarse su favor. Al igual que en la actualidad, imperaban el hegemonismo, el nacionalismo y el utilitarismo. Tomando el libro de Habacuc como referencia, ¿qué pacto importante debemos restaurar y coger en esta era?
1. La pregunta de Habacuc y la respuesta de Dios
Habacuc le preguntó a Dios por qué las malas personas viven bien y las personas que tratan de vivir de acuerdo con Su voluntad se enfrentan dificultades. Dios le contestó que grabara Su Palabra en tablas de piedra para que nunca desapareciera y pudiéramos leerla siempre (Habacuc 2:2). Dios nos dice que el sufrimiento de los justos y el éxito de los malvados son momentáneos, así que no debemos dudar sino poner nuestra esperanza en la Palabra eterna de Dios. Dios respondió que los justos vivirán solamente por la fe (2:4). Tanto en la época de la Reforma Religiosa iniciada por Martín Lutero, una persona que se aferró a esta Palabra, como en la actualidad, las personas justas también vivieron y viven solamente por fe.
2. La oración de Habacuc
La oración es un tiempo feliz en el que todas las cosas se restauran y transforman. El profeta Habacuc poseyó el misterio de disfrutar de esta felicidad. Habacuc confesó: “No necesito la flor de la higuera, ni el fruto de las vides, ni el producto del olivo, ni el alimento de los campos, ni las ovejas del rebaño y ni las vacas en los corrales. Yo me gozaré y me alegraré en el Dios de mis salvación”. Esta debe ser nuestra oración. No debemos pedir por nuestras necesidades físicas sino por vivir una vida en la que oremos con fe pidiendo que el Evangelio de Jesucristo que Dios nos ha dado sea completo, todo y suficiente.
3. Cristo revelado en el libro de Habacuc
Satanás nos hace alejarnos de Cristo a través de decenas de miles de engaños. Por el contrario, Dios ha guardado todas las bendiciones en el nombre único de Cristo. La Biblia revela a Cristo en el libro de Habacuc a través de expresiones como Señor de la fe (2:4), Señor de la Segunda Venida (2:14), Señor del amor (3:2) y Señor de la esperanza y salvación (3:17-18). Debemos descubrir y revelar el Evangelio de solo Jesucristo todos los días y en todos los lugares en nuestra vida.
Temas para el fórum. ¡Dios! Permite que la confesión de fe de Habacuc se convierta en nuestra confesión. Haz que solo la fe, solo la oración y solo Jesucristo sea todo en nuestra vida.