¿CUÁNTAS OBRAS DE CARIDAD DEBEMOS HACER?
Hechos 10:1-6
Hay algunas cosas que debemos hacer ya que somos las primeras personas que entendieron el amor perfecto e incondicional por los demás. Se trata de compartir el amor (Agápē) de Dios con el mundo que atraviesa dificultades porque no conoce el Evangelio y de salvar a las personas que lo necesitan con aquello que Él nos ha dado. En la lectura de las Escrituras de hoy vemos que Cornelio sentía el temor de Dios y daba limosnas generosamente al pueblo. Dios se acordó de él y cumplió la obra por medio de la cual los gentiles recibieron la salvación. Del mismo modo, hay algunas cosas que debemos conocer para hacer correctamente obras de caridad, que es una de las tareas importantes que las personas creyentes deben realizar.
1. La fe incorrecta
La caridad es parte de la difusión del Evangelio; por tanto, la caridad en sí misma no debe ser nuestra meta. De hecho, muchas personas cristianas están viviendo su vida de fe basada en cosas que no son el Evangelio. Algunos ejemplos de esto son los movimientos sociales, que quieren cambiar la sociedad; los movimientos místicos, que buscan señales y milagros; la filantropía, que ayuda a personas con necesidades solo materiales; y los movimientos religiosos, que enfatizan los ritos y el arrepentimiento (Mateo 16:13-14). Estos no son necesariamente malos; sin embargo, si tienen precedencia sobre el Evangelio, una idea incorrecta de la fe que ha perdido la esencia del Evangelio enraizará.
2. La esencia de la fe
Sólo hay una manera de resolver los problemas fundamentales de la humanidad, que está separada de Dios, atada por el pecado y las maldiciones, y que se ha convertido en hija del diablo. El Evangelio según el cual “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”, es la esencia de la fe a la que debemos aferrarnos. Sólo el Evangelio es la única verdad de la que debemos dar testimonio al mundo y es la vida perfecta que puede salvar a las almas que están separadas de Dios. Podemos poseer la bendición y la autoridad de la verdadera iglesia que Dios nos da y las llaves del reino de los cielos cuando establecemos el fundamento de la vida en esta roca de la verdad (16:16-20).
3. Caridad que Dios desea
Podemos vivir una vida donde demos generosamente a los demás porque somos personas que poseen el Evangelio perfecto. De gracia hemos recibido, y por tanto, es natural que demos de gracia. Por eso debemos valorar los encuentros que Dios nos ha dado, mirar a la gente con ojos de Evangelio y cuidar de esas personas. Debemos ayudar y salvar a las personas con aquello que Dios nos ha dado. Cuando hagamos una obra de caridad no debemos olvidarnos de compartir con los demás la esencia de la fe de que Jesús es el Cristo. Este Evangelio por sí solo puede lograr la perfecta obra de caridad de salvar almas.
Temas para el fórum. ¡Dios! Permite que vivamos hoy una vida que valga la pena mientras ayudamos y salvamos a gente con aquello que nos has dado.