ELTIEMPO DEL LLAMADO
Juan 15:16
Las personas de la Biblia que recibieron su llamado vivieron de forma distinta al resto. Primero, disfrutaron de la bendición de las personas que recibieron la salvación, y amaron y sirvieron a la iglesia donde Dios les puso. También defendieron y amaron a su país con el Evangelio porque comprendieron la bendición del evangelismo. Y siendo conscientes de que las misiones eran la única manera de salvar al mundo, abrazaron y amaron al mundo entero que Dios había creado. Nosotros también hemos sido llamados por Dios para esta tarea. Debemos conocer algunas cosas para vivir una vida digna de la vocación que Él nos ha dado.
1. El llamado interno
Dios nos llamó por su gracia para salvarnos porque somos incapaces de salir de la oscuridad y los desastres por nuestros propios medios (Efesios 2:8-10). Esto es lo que conocemos como “llamado interno”. De la misma manera, Dios da la bendición de poder confesar que Cristo es el Señor a las personas en quienes mora el Espíritu Santo (1 Corintios 12:3). Dios ha dado la autoridad de los hijos de Dios a quienes sirven a Cristo como su Señor y Maestro.
2. Llamado externo
Somos llamados como evangelistas para compartir el amor de Dios con el mundo entero. Por esta razón, debemos ver de forma correcta la realidad del mundo y entender está espiritualmente vacío. También necesitamos los ojos para ver la verdad espiritual de que no hay nadie que realmente entienda el amor de Dios para este mundo y que no tenemos otra opción que enfrentarnos a desastres como consecuencia. En ese momento entendemos lo que debemos hacer en nuestro campo. Por eso debemos convertirnos en esa persona que Dios está buscando para gozar y testificar correctamente el Evangelio que puede salvar al mundo.
3. Horario
Cuando nos aferramos firmemente al llamado de Dios y oramos con devoción, nuestras vidas entran en el horario de Dios (Hechos 1:14). El horario del día de Pentecostés, cuando se proclamó y cumplió la Palabra (2:1); el horario en que se proclama el Evangelio de Jesucristo y las almas se avivan (3:1); el horario en el que tenemos encuentros con los discípulos que Dios ha preparado (9:10, 15); y el horario en el que Dios abre la puerta de las misiones (11:19, 13:1, 16:6-10, 19:21) serán el horario de nuestras vidas.
Temas para el fórum. ¡Dios! Haz que nuestras vidas estén en tu horario y permite que vivamos una vida de amor a la iglesia, a la nación y al mundo mientras nos aferramos al llamado que tú nos has dado.