EL EVANGELIO Y LA SANIDAD
Juan 15:16
Muchas personas están causando confusión espiritual y vagan perdidas dentro de la cultura de oscuridad. Existen muchas iglesias, pero todas han alcanzado su límite y están inmersas en luchas sin valor. Por eso, son incapaces de testificar el Evangelio. En esta era, Dios espera a una persona que se aferre a su gracia como su fuerza y que sane a la gente, a esta era y a la iglesia con el Evangelio. ¿Qué debemos hacer para convertirnos en este individuo?
Hemos recibido la salvación por nuestra fe de creer en Cristo. No buscamos al Señor; más bien es Dios quien nos ha escogido y nos ha dado la gracia de la salvación. Por lo tanto, debemos vivir aferrados a esta gracia como nuestra fuerza. Debemos vivir la vida del evangelista que busca la gracia de Dios cada día dentro de la fe de Cristo.
2. Lo que debemos desechar
Ya hemos recibido todo por gracia de Dios. Debemos creer esto, desechar toda incredulidad, y escapar de la trampa del estado de la persona no creyente, de los moldes de destrucción y de las terribles ataduras del mundo. Esto sólo será posible cuando entremos en el Evangelio y descubramos nuestro verdadero yo en Cristo porque Jesucristo ha resuelto todos los problemas en la cruz y nos ha dado la verdadera libertad y victoria.
3. La sanidad que se produce
Las personas que buscan la gracia de Dios dentro de sólo Evangelio pueden recibir la respuesta de la sanidad legítima. Dios ha prometido sanidad fundamental a aquellos que se aferran al pacto del Monte del Calvario, la gracia de la sanidad espiritual a aquellos que se aferran al pacto del Monte Olivar, y las obras de sanidad de la iglesia a las personas que están dentro de las respuestas del aposento alto de Marcos. Si disfrutamos del profundo misterio del Evangelio todos los días dentro de la felicidad de la oración de 24 horas de creer en este pacto, Dios nos levantará como las figuras principales de la sanidad.
Temas para el fórum. ¡Dios! Que hoy sea un día en el que disfrutemos de los profundos misterios del Evangelio dentro de la fuerza de tu gracia. Que esta gracia nos salve y nos sane a nosotros mismos y a toda la gente de nuestro alrededor.