UNA PERSONA QUE SALVA LA ERA Y LA NACIÓN
Génesis 37:11
No se necesita mucha gente para la obra de restaurar la era y la nación. Una persona que posea el verdadero Evangelio es suficiente. Debemos levantarnos como esa persona que puede restaurar el campo, la era y las almas que Dios nos ha confiado con el Evangelio. José, Abdías y Ester formaban el pueblo de la fe que Dios levantó cuando Israel se enfrentó a sus mayores dificultades. ¿Qué clase de vidas vivieron?
1. José
La vida de José, que fue hecho prisionero y esclavo, nos puede parecer una vida de fracaso. Sin embargo, José disfrutó de un respaldo completo que era invisible a los ojos. Dios Todopoderoso estaba con él e hizo prosperar todo en su camino. José, que disfrutó de este misterio, no se dejó engañar por las extravagancias del campo. Vivió compartiendo esta respuesta a las personas que sufrían y estaban perdidas en sus dificultades ocultas.
2. Abdías (1 Reyes 18:1-13)
Abdías era mayordomo del malvado rey Acab del reino del norte de Israel y también discípulo del evangelista Elías. El rey Acab le reconoció y Abdías protegió en secreto a cien profetas. También fue la persona que hizo posible la batalla espiritual en el Monte Carmelo, que se convirtió en la plataforma del movimiento de Dotan. Viviremos como evangelistas que cambian la corriente espiritual si realizamos las obras que son necesarias en el campo y solucionamos los problemas ocultos al igual que Abdías.
3. Ester (Ester 4:1-16)
El malvado primer ministro Amán calumniaba a otras personas para su propio beneficio y usó todos y cada uno de los métodos a su disposición para alcanzar el éxito. Ester, por el contrario, arriesgó su vida y salvó la era con el poder del Evangelio al vivir como la cumbre espiritual que bloquea los desastres. Hoy en día también hay muchas personas que tratan de vivir con sus propias fuerzas y con los métodos del mundo. No debemos seguir esta corriente ni tampoco caer en su engaño. Sólo debemos confiar en la gracia y el poder de Dios y tomar el camino de la persona que transmite la respuesta a las almas preparadas en el campo.
Temas para el fórum. ¡Dios padre! Permite que vivamos como evangelistas que comparten la respuesta única con las almas moribundas que sufren penalidades escondidas en el campo.