EL PROGRAMA DE VIDA QUE VEMOS POR ADELANTADO
2 Timoteo 3:15-17
Distintas ideologías, doctrinas y religiones nos confunden en esta era. Esta situación se agravará en el futuro y afectará a las próximas generaciones. Por eso debemos invertir nuestro tiempo en sembrar el pacto en las futuras generaciones. Debemos organizar nuestra vida de tal forma que dispongamos de tiempo para compartir el pacto, que será nuestra primera y última oportunidad.
1. Convirtamos en bendiciones los problemas de casa
La familia es la mayor bendición del encuentro que Dios nos ha dado. Por eso no hay motivo para que los problemas y conflictos internos que surgen como consecuencia de nuestros problemas espirituales personales nos detengan ni nos hagan vacilar. Todos los problemas pueden convertirse en plataforma de bendiciones cuando nos ponemos delante del Evangelio con la fe de creer en la soberanía de Dios. También entenderemos en todas las circunstancias la gracia de Dios, que nos ha llamado como testigos para la evangelización de nuestras familias.
2. Los diez años de la era dorada
El período más importante en la vida de un niño son los primeros diez años después de nacer. Toda su vida depende de lo que plantemos en ellos. Por eso debemos buscar la gracia de Dios para que puedan experimentar personalmente el pacto del Monte del Calvario, el Monte del Olivar y el aposento alto de Marcos. Debemos sembrar el Evangelio, dar culto juntos y comenzar el verdadero fórum. Los Remanentes formarán su vasija, dirección y futuro en función de lo que les transmitamos.
3. La casa de misión
Debemos convertir nuestras casas en casas misioneras. Debemos convertir nuestras familias en familias que estén con Dios, en el campo donde entendemos el Evangelio de Dios, en una familia donde experimentemos el poder de Dios y en una familia que Dios bendiga a los ojos de las personas que nos rodean. Priscila y Aquila fueron figuras representativas de esta respuesta en la Biblia. Entendieron el Evangelio, recibieron el poder de Dios y tuvieron un encuentro con el apóstol Pablo, un evangelista de la era. También debemos convertir nuestras familias, que Dios nos ha dado, en casas de misión e iglesias regionales, donde el Evangelio y la gracia desborden y el movimiento de vida comience. Dios nos dará las mismas bendiciones que dio a Priscila y a Aquila.
Temas para el fórum. ¡Dios Padre! Gracias por darnos la mayor plataforma de bendiciones llamada familia. Permite que nuestros hogares y las próximas generaciones estén dentro de tu meta absoluta, y que nuestras casas sean casas de misión que te agraden enormemente.