VIERNES 23. LAS 25 HORAS – EL DÍA DEL SEÑOR
Romanos 16:25-27
En muchos pasajes de la Biblia podemos leer expresiones como “día del Señor” o “tiempo del Señor”. El ejemplo más concreto es “el día de Pentecostés” (Hechos 2:1). “25 horas” se refiere al horario de respuestas que sólo Dios conoce. Dios nos dio el pacto de Jesucristo (1:1), el reino de Dios (3) y la llenura del Espíritu Santo (8) porque no podemos salvar al mundo con nuestras fuerzas. La bendición de las 25 horas que nadie puede bloquear vino sobre los primeros creyentes de la Iglesia que entendieron esta verdad el día de Pentecostés. ¿Cómo fue posible?
1. La persona que ve y disfruta 25 horas
Todas las personas de fe de la Biblia vieron de antemano y disfrutaron del misterio de 25 horas, que es el horario de Dios. Los individuos de Romanos 16 disfrutaron del misterio del Evangelio, que había permanecido oculto durante siglos, a través de la Palabra, la oración y el evangelismo. Esta es la respuesta de 25 horas que fue revelada. Si recibimos esta respuesta no habrá motivo para vacilar a causa de problemas o incidentes. Dios nos ha llamado como personas que han visto de antemano Su poder, un poder que bloqueará la oscuridad del siglo XXI.
2. La persona que descubre el campo de 25 horas
Dios provee de todo a quien disfruta de la bendición de 25 horas en su campo. Sólo necesitamos aferrarnos a esto como nuestro pacto y confirmar la Palabra que Él nos ha dado en el campo. Dios nos dará encuentros con discípulos cuando descubramos el campo donde compartamos la respuesta de Cristo, el campo donde disfrutemos de la respuesta del reino de Dios, y el campo donde recibamos la fuerza sólo por el Espíritu Santo.
3. La persona que deja como legado el misterio de 25 horas
Somos personas que dejamos como legado el misterio del día del Señor. La gente del mundo ve el poder de Cristo cuando disfrutamos de Dios, de Cristo y de la obra del Espíritu Santo en nuestra vida diaria. Si compartimos el misterio de 25 horas con la gente que no lo conoce, solucionaremos sus problemas antiguos que no han podido resolver hasta ahora.
Oración. ¡Dios de poder! ¡Permite que nos convirtamos en evangelistas que disfrutan, comparten y dejan como legado el misterio de 25 horas!