MARTES 20. LA UNICIDAD
Hechos 1:14
El misterio de “sólo” es una bendición que reciben legítimamente las personas que son salvas. Sin embargo, la unicidad es diferente. Necesitamos encontrar y disfrutar de las cosas que Dios ha preparado porque Él nos ha llamado como evangelistas que salvarán esta época. Hay algo que debemos preparar con fe y algo en lo que debemos desafiar con este misterio de la unicidad con el fin de salvar el mundo.
1. El problema antiguo y la respuesta
Esta época ha sido engañada por las mentiras de Satanás y está siguiendo el camino hacia su destrucción al estar centrada en el yo, la riqueza material y el éxito (Génesis 3, 6, 9). Muchas personas exitosas sufren debido a problemas espirituales que no pueden resolver. Dios nos ha llamado para salvar este mundo que se muere y a las almas que han caído dentro del antiguo problema que nadie puede resolver. Por eso debemos vivir como evangelistas que dan testimonio de la única solución para el mundo con la unicidad que Dios nos ha dado.
2. La luz que resplandecemos en la oscuridad
La organización y la economía de la oscuridad parecen muy poderosas. La unicidad que poseemos puede parecernos pequeña y desgastada. Sin embargo, Dios nos ha llamado como personas que resplandecerán la luz en este mundo oscuro. Si poseemos la unicidad de Dios y seguimos la corriente de la Palabra sin vacilar, Él cumplirá Su meta absoluta a través de nosotros. También nos guiará con Su mano poderosa, nos dará fuerzas para salvar al mundo y nos dará encuentros con discípulos abriendo las puertas que ha preparado.
3. El método para encontrar la unicidad
Hay un método para encontrar la unicidad que Dios nos ha dado. Consiste en salvar la iglesia que Él ha levantado, el campo a donde nos ha enviado, y la obra que nos ha concedido. Debemos soñar con el reino de Dios con la fe de creer en Jesucristo y salvar todo lo que nos ha confiado. En ese momento, Dios nos usará para restaurar esta época que está siendo destruida.
Oración. ¡Dios! Danos la fuerza espiritual para salvar la iglesia, el campo y la obra que nos has encomendado. Permite que vivamos la vida del evangelista que encuentra y goza de la unicidad que nos das y que salva al mundo.