LO LEGÍTIMO – LA BENDICIÓN DE LAS PERSONAS SALVAS
Hechos 18:1-4
Que Noé, quién había cogido el pacto de Dios en la época de Nefilim, construyera el arca y como consecuencia, toda su familia sobreviviera al diluvio, no fue un milagro. Más bien fue la voluntad legítima de Dios. El joven José fue vendido como esclavo sólo para disfrutar de la respuesta de convertirse en el gobernador de Egipto. Esto también fue algo justo. Dios levantó las obras justas de sacar al pueblo de Israel de Egipto, Filistea y Siria. Hay bendiciones legítimas que nosotros también debemos disfrutar.
1. La promesa legítima
Priscila y Aquila recibieron bendiciones por un motivo: porque poseían el misterio de la promesa de Dios contenida en Jesucristo. Esa promesa es el pacto de Cristo que podemos leer en Génesis 3:15, Génesis 6:14, Éxodo 3:18, Isaías 7:14 y Mateo 16:16. Es algo muy justo que Dios dé el pacto de Cristo a las personas que son salvas. Nosotros también debemos aferrarnos a este pacto.
2. La Iglesia Primitiva - ese campo
Dios reunió a las personas que había llamado al Monte de los Olivos en el aposento alto de Marcos. Priscila y Aquila estaban en ese campo. Las personas creyentes que se reunieron en ese lugar fueron gente de fe que se congregaron sin intención de huir o de evitar los peligros, a pesar de la amenaza de ser condenados al destierro y perseguidos. Priscila y Aquila fueron exiliados de Roma; sin embargo, era parte necesaria del proceso por el cual recibieron la respuesta de encontrarse con Pablo. Ellos le ayudaron en el campo y desempeñaron un papel fundamental en el establecimiento de la iglesia en Corinto. Para Priscila y Aquila todas estas cosas fueron bendiciones legítimas.
3. El resultado legítimo (lo grabado, las raíces, la naturaleza)
Alcanzaremos resultados justos si tomamos el Evangelio indestructible y lo grabamos, enraizamos y tenemos la naturaleza del evangelio. En otras palabras, nos levantaremos como personas que cumplen la voluntad de Dios, que es la mayor respuesta de todas. Hay algo más importante que aquello que hemos recibido: aquello que estamos disfrutando. En ese momento, descubriremos que la respuesta más grande consiste en gozar que Dios está a nuestro lado.
Oración. ¡Dios Padre! Gracias por tomarnos como tus hijos. Abre nuestros ojos espirituales para que descubramos las bendiciones legítimas y la gracia.