DESAFIÁNDONOS A NOSOTROS MISMOs COMO HIJOS DE DIOS
1 Samuel 24:16-22
Tú has mostrado hoy que has hecho conmigo bien;
pues no me has dado muerte, habiéndome entregado Jehová en tu mano. (18)
Un hijo de Dios posee fuerza. Este es el misterio de estar junto a Dios y la fuerza para vencer en un mundo semejante a Goliat. Mientras que otros pueden ver una crisis, para un hijo de Dios, es el horario de experimentar la fuerza de Dios. David disfrutó este misterio e incluso desafió a Goliat con seguridada en el nombre de Dios. Como hijos de Dios ¿Cómo podemos desafiar y vencer al mundo con la fuerza que Dios nos da?
1. Desafío espiritual
Hay momentos en que, debido a los malentendidos con las personas, recibimos heridas. Aunque estemos con mucha gente, podemos estar solos. Sin embargo, el tiempo a solas es una oportunidad para desafiarnos a nosotros mismos espiritualmente delante Dios. Durante nuestro tiempo a solas debemos meditar en la Palabra de Dios y buscar las respuestas que Dios nos ha dado. También, debemos hacer todo lo mejor para Dios, más no para la gente; y preparar nuestras habilidades. Entonces Dios te dará la respuesta única que el mundo no da, y te utilizará para hacer Su obra.
2. Desafía al mundo
El mundo está lleno de las fuerzas de las tinieblas y muchas almas mueren sin conocer el Evangelio. No debemos tener miedo de este mundo. Si nosotros estudiamos o trabajamos, debemos desafiar a las fuerzas de las tinieblas. De la misma forma en que los espíritus malignos huían cuando David cantaba alabanzas, los hijos de Dios tienen el misterio y el poder para quebrantar las fuerzas de las tinieblas. De la misma manera que David desafió a Goliat con fe, nosotros debemos desafiar al mundo para la evangelización mundial con la fuerza espiritual que Dios nos ha dado para disfrutar.
3. Desafía el futuro
Hay problemas que acontecen a los hijos de Dios. David enfrentó diversas situaciones y dificultades. Sin embargo, miró hacia el futuro y desafió ante esas situaciones. Él lo hizo aferrádose a la respuesta que Dios lo levantaría como rey. Como hijo de Dios, su futuro estaba garantizado por Dios. Debido a esto, no había necesidad de dudar o desanimarse. El hecho es que la bendición de que Dios está con nosotros, es la respuesta para el futuro.
Temas para el fórum. Cuando los hijos de Dios se aferran al pacto, nada puede derrotarlos. Medita en el misterio de la verdadera victoria, y pregúntate, "¿Cómo puedo desafiar en mi trabajo, mis destrezas y mi campo en sí?"