MISTERIO DE GOZAR A JESUCRISTO
Génesis 22:13-20
y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. (16-17)
Jesús vino a la tierra como el Cristo y solucionó todos los problemas del pecado y las maldiciones para toda la humanidad. Las personas que creen en Jesucristo reciben la salvación. A pesar de la salvación, seguimos enfrentándonos a nuestras circunstancias materiales. Nos preocupamos por las notas académicas, por promocionar en el trabajo, por nuestro matrimonio, y por los planes de jubilación. Si Dios es vivo y lo sabe todo, la respuesta para estos problemas triviales es Jesucristo. ¿Cómo podemos disfrutar de Jesucristo en nuestras vidas?
1. Concentración
La gente de oración puede recibir la guía de Dios en cualquier situación. Debemos orar antes, durante y después del trabajo. El hecho de que Jesús es el Cristo no cambia, pero nuestras vidas pueden cambiar completamente si creemos o no. Las personas que disfrutan del misterio de la oración que se centra en Dios no temen nada. Pueden disfrutar del reino de Dios en cualquier situación y las obras de Dios se levantan por medio de sus encuentros interpersonales.
2. Experiencia
Si conocemos correctamente el misterio de la oración, podemos gozar del poder del Espíritu Santo cada día. Debemos recibir fuerza individualmente para conseguir el tiempo libre para atender a otras personas que necesitan desesperadamente el Evangelio. Nuestro campo puede cambiar por medio de nosotros y de las personas discípulas a las que nos vinculemos. Al igual que Isaac, que recibió respuestas multiplicadas por cien y el manantial, cuando gozamos del misterio del Evangelio experimentamos su poder. Conscientes de que compartir el Evangelio es la tarea más importante, podemos abrazar y conseguir todo lo demás. La promesa de Dios no simplemente una historia de la Biblia, sino nuestra propia posesión.
3. Una cosa muy importante
Cuando oramos no solo entendemos el plan de Dios, sino que también experimentamos a Jesucristo. Simplemente disfrutamos del Evangelio en nuestra posición y en los encuentros que surgen, pero todo lo que necesitamos se cumple. Esta es la bendición que los hijos y las hijas de Dios deben disfrutar. Si nuestra vida es muy ajetreada o tenemos dificultades, dediquemos un tiempo a orar a Dios al menos durante un minuto, y Él nos dará fuerza renovada y nos guiará por Su Espíritu Santo.
Temas para el fórum. ¿Tenemos a Jesucristo en nuestra vida? Cuando los hijos y las hijas de Dios conocen Su interés y deseo, se llenan de alegría por recorrer este camino. Cojamos los mensajes que hemos escuchado y que nos han tocado en lo más profundo del corazón y meditemos sobre ellos.