Hechos 2:1-4 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. (1) La gente tiene limitaciones, pero el poder de Dios es ilimitado. El pueblo de Dios puede descubrir su especialidad individual y puede salvar a otra gente con el Evangelio cuando obtiene la fuerza ilimitada de Dios y se concentra en orar. Debido a movimientos como el de chi (energía), ESP, y el de sanidad por medio de la meditación, el número de iglesias se está reduciendo. El movimiento de la sanidad que es tan popular está influido no por el espíritu de Dios sino por el del mundo. Si nos concentramos en oración para dar verdadera sanidad y la solución que Dios da a las personas que están sufriendo porque desconocen el Evangelio, ¿qué clase de obras se levantarán?
1. Experimentaremos un poder único Un científico que estaba investigando sobre el cerebro humano descubrió que si conseguimos no tener pensamientos ociosos durante 30 segundos, se levantan milagros. Si los hijos y las hijas de Dios se concentran en oración durante cinco minutos, verán el poder asombroso de Dios. El horario perfecto de Dios normalmente se cumple cuando se disfruta del Evangelio. Recibimos el Espíritu Santo porque Dios prometió dárnoslo. Simplemente tenemos que centrarnos en la unicidad de Dios y no dejarnos zarandear por la confusión de este mundo.
2. Recibiremos el testigo de la unicidad Históricamente, Roma tenía la vista puesta en el mundo entero, porque Dios pensaba usarla para la evangelización mundial. Dios mueve el mundo en función de las naciones y personas que tienen la comisión del evangelismo. Para gozar de las bendiciones de Dios, debemos experimentar el poder de Pentecostés por medio del Espíritu Santo. La persona que goza de esta bendición recibirá el testigo del pacto. Es más, alcanzarán la cima desde donde mover la cultura y el mundo.
3. Experimentaremos la bendición de la unicidad Jesús no sólo proclamó que todos los problemas se solucionan por medio de Cristo; también nos enseñó el método para disfrutar de Cristo. Como las personas discípulas de la Iglesia Primitiva, que era débiles y no tenían fuerza y que recibieron el Espíritu Santo en el día de Pentecostés, debemos esperar hasta el día que venga el reino de Dios sobre nuestras vidas (Hechos 2:1). Mientras esperamos al reino de Dios, si buscamos la llenura del Espíritu Santo para cumplir nuestra comisión, las obras de Dios comenzarán. Dios nos cuida día y noche. Cuando experimentamos las bendiciones que hemos recibido, todos los desastres y maldiciones se destruyen.
Temas para el fórum. La forma de deshacernos de todo el pecado, la muerte y las maldiciones es por medio del método único de Jesucristo que Dios nos da. Busquemos constantemente al Espíritu Santo al tiempo que proclamamos a Jesucristo. Las obras de las bendiciones se levantarán.
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