Génesis 45:1-5 4 Entonces dijo José a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron. Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis para Egipto. 5 Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros. José se convirtió en gobernador de una nación poderosa, Egipto, después de muchas dificultades y pruebas. Podríamos pensar que José quisó alguna compensación por tantas penalidades, pero él no buscaba su propia felicidad o satisfacción. Por el contrario, perdonó a sus hermanos, que lo habían vendido como esclavo a Egipto, y confesó con humildad las obras que Dios había planeado. ¿En qué pensamos que consistía el significado de éxito que José guardaba en su corazón? ¿Cuál fue el misterio por el cual José superó todas sus dificultades?
1. José tenía un misterio José gozó del misterio de la salvación de un hijo de Dios. José ya tenía el Evangelio, y por eso no se desanimó ante los probleas e incidentes. Jehová estaba con él allá donde estuviera. José se comunicaba con Dios y recibía respuestas 24 horas al día. Además, fue lleno del poder de Dios hasta el punto que incluso la gente que no creía en Él podía ver que Dios estaba vivo. José vio el plan de Dios correctamente y lo siguió.
2. José conoció la mayor respuesta que había dado Dios Si conocemos el final de una película que no hemos visto, no nos afectan las adversidades y sufrimientos que vemos a la mitad y simplemente las vemos como parte del proceso. José conocía correctamente las bendiciones que Dios le había dado. De joven, abrazó en su corazón la comisión de la evangelización mundial para compartir el Evangelio con todo el mundo, y recibó guía porque Dios estaba siempre con él. Cuando compareció delante de Faraón de Egipto, no se levantó sino que levantó el poder de Dios. José gozó del poder de Dios en Su plan, y avanzó consciente de las respuestas que recibiría.
3. José tuvo la fuerza de una comunicación mutua con Dios José mantuvo siempre una comunicación mutua con Dios a través de la oración. Creyó en el plan que Dios le había dado, y por eso hizo preguntas a Dios. Si tenemos la fuerza para mantener una comunicación mutua con Dios, todos los incidentes y encuentros en nuestra vida se convertirán en bendiciones. Cuando tenemos una comunicación mutua con Dios, intentamos esforzarnos al máximo incluso en las cosas más pequeñas porque sabemos que forman parte del proceso por el cual se cumple el gran plan de Dios. José conocía el plan de Dios, y por eso no se desanimó por causa de sus hermanos, que le causaron tanto daño, ni por causa de la mujer de Potifar. Al contrario, en medio de tanta dificultad, preguntó a Dios y disfrutó de Emanuel.
Temas para el fórum. José mantuvo una comunicación mutua con Dios y gozó de Emanuel 24 horas al día. Pensemos en cómo nos comunicamos con Dios hoy y gocemos de Su poder, y anotemos algunas acciones que queramos poner en práctica.
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