Mateo 6:6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Cualquier persona que vive una vida cristiana sabe que la oración es importante. Sin embargo, si pedimos a alguien que dedique un poco de tiempo a orar concentradamente para que hable con Dios, le resultará difícil saber por dónde empezar. La oración puede complicarse hasta el punto de que pidamos las cosas que queremos o hacerse mundana, o de que oremos formalmente como si lo estuviéramos haciendo en la iglesia. ¿Por qué necesitamos orar? ¿Y cómo empezamos a orar?
1. Lo que debemos descubrir en primer lugar A través de Mateo, Jesús nos dice que no actuemos delante de la gente, sino que hagamos todo delante de Dios. La oración no es algo que mostrar a los demás. La oración es una comunicación importante entre Dios y nosotros. Cuando confiamos nuestra vida entera a Dios, Él nos da verdadero descanso. De la misma manera que una semilla que cae en un suelo fértil produce abundante fruto, descubriremos que Dios produce grandes milagros a partir de sucesos pequeños.
2. Simplemente disfrutemos de la oración concentrada Durante 40 años, Jesús se centró y oró y habló a Sus discípulos sobre las obras del reino de Dios. Los discípulos y las discípulas fueron bautizados por el Espíritu Santo. Cuando cogieron la Palabra y oraron profundamente, recibieron la fuerza para vencer al mundo. De la misma manera que la gente en el aposento alto de Marcos experimentaron al Espíritu Santo cuando desecharon sus preocupaciones e incredulidad y oraron, cuando oramos profundamente a Dios todos nuestros problemas se solucionan. Dios obrará según Su horario para las personas que oran y encontrará a los discípulos diseminados y los usará.
3. Gocemos de la oración en la práctica Incluso si recibimos gracia y poder, cuando vamos al colegio o al trabajo nuestras complicaciones y debilidades se hacen más visibles. Por eso es importante que oremos constantemente. Lo primero que debemos hacer es encontrar estas preocupaciones y convertirlas en oración. Recibimos poder espiritual al meditar en Cristo y cambiar personalmente, y al disfrutar del poder de ser hijos e hijas de Dios. Empezamos a orar de un modo natural por nuestro campo al recibir fuerza de la oración. Por medio de la oración, nuestras vidas, nuestro campo y la gente de nuestro campo son bendecidas. T
emas para el fórum. La oración es el privilegio de ser hijos e hijas de Dios y nos sana, soluciona nuestros problemas y resuelve nuestra vida. Meditemos hoy en el verdadero significado de la oración y anotemos los títulos de oración que nos vengan a la mente. También dediquemos tiempo a centrarnos en Dios.
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