NUESTRA COMISIÓN
1 Pedro 2:9 ¿Cuál es el regalo más valioso que hemos recibido en toda nuestra vida? Las cosas del mundo son temporales, y algún día se desgastarán y desaparecerán. Sin embargo, el Evangelio de Jesucristo nunca desaparecerá. Las personas que aceptaron a Jesucristo como nuestro Salvador deben gozar de lo que ya han recibido con gracia mediante la oración. Cuando meditamos concentradamente en la Palabra y restauramos la oración, Dios nos da la llenura del Espíritu Santo y sana nuestros pensamientos y corazones. Si esto es así, ¿cuál es la comisión que Dios nos da como personas que conocen a Jesucristo?
1. Voz de Dios
En medio de acontecimientos importantes, Dios nos hace escuchar Su voz en nuestra consciencia por medio de la Palabra. Es muy importante que en todas las decisiones pensemos sobre la voluntad de Dios y la Palabra como nuestro estándar. Moisés, Elías y Esther actuaron después de recibir órdenes de Dios y no según los estándares del mundo. En último término, todas sus dificultades se convirtieron en respuestas. Además, cuando el Espíritu Santo vino sobre la Iglesia Primitiva en medio de las persecuciones, las circunstancias y entorno dejaron de ser obstáculos. Dios nos guía hacia lo mejor para nuestras vidas cuando desechamos los estándares del mundo y nuestros propios pensamientos.
2. Una comisión justa, inevitable y absoluta
La comisión que Dios nos ha dado no requiere un gran poder o esfuerzo. Es una comisión que Dios cumplirá, y una comisión justa, inevitable y absoluta. Pedro tenía muchos defectos desde el punto de vista del mundo, pero Dios le dio la comisión de salvar al pueblo judío. Además, dio a Pablo la comisión de salvar Roma. Las comisiones de Pablo y Pedro fueron una bendición y una respuesta en sí mismas.
3. Comisión para transmitir el pacto a las nuevas generaciones
Los hijos y las hijas de Dios han recibido la comisión de disfrutar del Evangelio en abundancia en sus vidas, donde Jesús es el Cristo, y de transmitir este misterio a las nuevas generaciones. La familia entera debe reunirse para compartir la Palabra, y debemos compartir el pacto a sus hijos durante la oración. Además, debemos compartir la Palabra con los y las jóvenes que no conocen el Evangelio y deben orar por las bendiciones que Dios cumplirá a través de las nuevas generaciones. En ese momento, Dios nos dará la respuesta de ver cómo esta época se aviva por medio del Evangelio.
Temas para el Evangelio. La mayor respuesta de todas es entender la comisión de Dios y descubrir las bendiciones que encierra. Meditemos en el tipo de repuestas que Dios decide darnos, y qué clase de respuestas desea cumplir.
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