NO DESMAYE VUESTRO CORAZÓN
Gálatas 6:6-10 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. (7-9) Hay muchas cosas en el mundo que consiguen que nuestro corazón desfallezca. Las cosas no salen como planeamos y las dificultades que surgen de los conflictos con otras personas nos lastran. A veces, cuando tenemos problemas, nos preocupamos o nos llenamos de ansiedad en lugar de recordar las Escrituras o de orar. En momentos como esos, perdemos las respuestas que Dios ha preparado para Sus hijos. Ante las dificultades, ¿qué debe hacer un hijo de Dios en lugar de desanimarse?
1. Recordar el Evangelio antes que cualquier otra cosa
Pablo confesó que todo lo que poseía, incluidos sus conocimientos y fama, eran basura y testificó que solo el Evangelio es el mayor conocimiento y tesoro. Pablo tenía un problema de salud y mucha gente de su entorno le hizo pasar muy malos momentos. Sin embargo, él cogió el misterio que hay en Cristo Jesús y superó todos los problemas. Es más, conoció a evangelistas importantes, levantó a estas personas como discípulas y asumió la misión de testificar el Evangelio hasta lo último de la tierra. Cuando nuestro interés reside solamente en el Evangelio, todas los caminos de las respuestas se abren independientemente de los problemas o dificultades.
2. Meditemos en el fruto del Espíritu
Cuando gozamos en nuestros corazones del evangelismo y las misiones, Dios nos da el fruto del Espíritu. El amor, la alegría y la paz son los frutos que surgen de la relación con Dios; la paciencia, la amabilidad y la bondad son los frutos que surgen de nuestra relación con otras personas. Además, Dios da el fruto de la fidelidad, de la ternura y del autocontrol a Sus hijos e hijas que tienen Evangelio. La puerta de las bendiciones se abrirá y podremos salvar a mucha gente cuando nuestros corazones estén ocupados por solo Evangelio.
3. Esperemos el horario de Dios
Antes de desanimarnos cuando tengamos problemas, debemos examinar el horario que Dios nos ha dado. De la misma manera que levantó a José como líder de Egipto según Su horario, Dios ha preparado lo mejor para Sus hijos y lo hace realidad en el momento más adecuado. Si esperamos al horario que Dios nos ha dado, recibiremos la bendición de levantarnos hasta la cumbre espiritual. “El que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna” (Gálatas 6:8). Cuando vemos los problemas no desde la perspectiva del mundo sino desde una perspectiva espiritual, Dios nos permite ver los planes y horario que nos ha preparado detrás de los problemas.
Temas para el fórum. Cuando nos desanimemos ante las dificultades, pensemos primero sobre cuál es nuestra prioridad en la vida. Oremos y meditemos en la Palabra de Dios sobre las promesas que Él nos ha prometido.