LA VIDA DE LA PERSONA EVANGELISTA
2 Corintios 4:7-15 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; (7-8) 2 Corintios es un registro detallado del tipo de pruebas que Pablo tuvo que pasar cuando compartió el Evangelio. Al compartir el Evangelio, Pablo fue encarcelado, pasó hambre y sueño, y en ocasiones fue apaleado y maltratado hasta el punto que cualquiera desearía la muerte. Pero a pesar de estas tribulaciones, Pablo confesó que no se desanimaba. ¿Qué clase de misterio poseía Pablo que podía superar el sufrimiento y las persecuciones?
1. La vida de la persona evangelista
Dios nos ha llamado como evangelistas para salvar al mundo. Si somos evangelistas, no podemos fracasar. No importa lo que suceda o que persecución suframos, Dios no nos abandonará. Incluso si nos cuelgan boca abajo, no fracasaremos, y aunque nos frustremos, no hay motivo para desanimarse. Aunque las personas evangelistas puedan parecer débiles y frágiles, Dios las ve como gemas preciosas. Cuando tengamos un problema, en lugar de asustarnos, necesitamos descubrir el plan bueno de Dios para nuestras vidas. La vida de la persona evangelista no puede terminar en fracaso.
2. Confesión de la persona evangelista
Incluso después de recibir las respuestas de Dios, seguimos siendo seres humanos. Como tales, cuando nos enfrentamos a dificultades, no nos sale de forma natural dar gracias. Como evangelistas debemos considerar cada día como el más valioso de nuestra vida, pero nos llenamos de ansiedad y nos estancamos cuando pensamos que el Espíritu Santo nos ha engañado. Dios prometió darnos todas las bendiciones para salvar al mundo, pero nos cuesta creerlo. Hay mucha gente en el mundo que vive con mucho más sufrimiento que nosotros. Como evangelistas, todo está en Cristo, y no debemos caer en engaños. En cualquier situación, debemos restaurar la verdadera acción de gracias. Si podemos confesar esto, viviremos, y nuestro entorno también vivirá.
. Misterio de la persona evangelista
Satanás, que confunde la mente de los hijos y las hijas de Dios, nos impide centrarnos en la Palabra de Dios llenándonos de inseguridades. Nos hace quejarnos de nuestras ansiedades y también distanciarnos de Dios llenándonos de resentimiento. Pero Dios nos dice que esta es la mejor oportunidad para recibir gracia. En sus momentos más difíciles, Pablo descubrió el misterio oculto de Dios, y pudo transmitir este misterio a otras personas al tiempo que disfrutaba del misterio de la oración. Para una persona evangelista, los problemas son oportunidades para respuestas más importantes.
Temas para el fórum. ¿Hay más cosas que confundan nuestros corazones? Cuando cogemos el pacto y oramos en nuestros momentos más difíciles podemos entender el plan oculto de Dios. Comencemos a orar ahora.