UN TIEMPO PARA RESTAURAR NUESTRA RELACIÓN CON DIOS
Romanos 16:25-27 pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe, (26) Lo que tenemos que restaurar ahora mismo es el contenido del Evangelio que cogieron las personas que formaban la Iglesia Primitiva. Esta es la Palabra de Dios que el mundo está desperdiciando. Debemos obtener la fuerza para que Dios pueda usar nuestras vidas de un modo valioso. Sin embargo, muchas personas pierden estas bendiciones. Para restaurar nuestra relación con Dios y que nuestros problemas se sanen, ¿qué debemos hacer en primer lugar?
1. Debemos desafiar 24 horas al día y cambiar nuestra dirección por aquella que Dios desea
Las personas que tienen a Dios reciben la bendición de salvar vidas y de salvar el campo. Sin embargo, mucha gente se estanca en pensamientos y conflictos inútiles. No tenemos suficiente tiempo para disfrutar de las bendiciones de Dios. Por eso, dudamos por las palabras de otras personas y nos asustamos porque no conocemos el motivo de las cosas que nos suceden. La razón y el propósito de nuestras vidas es cumplir con la voluntad de Dios. Antes de fracasar por falta de seguridad, debemos descubrir la dirección que Dios desea 24 horas al día, y seguir por esa senda.
2. Debemos considerar las cosas del mundo como basura y redescubrir la fe de la persona evangelista
Sólo hay un nombre que tenga a toda la creación bajo su control y este nombre es el de Jesucristo. Por la autoridad de ese nombre, los hijos y las hijas de Dios pueden prevalecer en cualquier situación. Si disfrutamos del Evangelio en nuestras vidas, las cosas del mundo nos parecerán basura, y no nos dejaremos influir por las motivaciones ocultas, la popularidad o el prestigio. Todo nos parecerá un sufrimiento si nos aferramos a las cosas del mundo que deberíamos considerar basura. Podremos ponernos delante de Dios correctamente si redescubrimos la fe de la persona evangelista para que Jesucristo gobierne sobre nuestras vidas.
3. Debemos orar por la sanidad de las heridas que van carcomiendo nuestras vidas
Las heridas de Caín le llevaron a matar a su hermano pequeño. Moisés también tuvo heridas en su corazón, que le hicieron cometer un asesinato y después huir de palacio. El rey Saúl, que presumía de su importancia y de su gran conocimiento, e incluso el rey Acab, que también vivía con todo lujo, actuaron como malvados por causa de sus heridas. Las heridas pueden parecer poca cosa, pero pueden llegar a controlar nuestras vidas. Por tanto, ¿qué clase de oración debemos orar a propósito de nuestras heridas? Debemos preguntar a Dios qué clase de respuestas debemos recibir por medio de estas heridas.
Temas para el fórum. Analicemos con cuidado las heridas que hemos sufrido para que no influyan sobre nuestras vidas, y apliquemos el mensaje que hemos recibido a nuestras heridas.