POR UNA COSA
Juan 3:1-16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (16) Hay tres clases de personas. La primera clase trabaja duro en todo lo que hacen; se enorgullecen de trabajar mucho, de cumplir con sus tareas y de superar los obstáculos. Al no conocer el misterio espiritual acaban teniendo problemas espirituales. La segunda clase se apoya en Dios siempre que se topa con sus limitaciones como seres humanos. El mundo es demasiado grande y poderoso para superarlo, y por eso oran a Dios, especialmente cuando tienen problemas. La tercera clase vive en la gracia que Dios da, independientemente de si tiene problema o no. ¿Qué tipo de persona pensamos que somos?
1. ¿Hemos recibido la salvación?
Jesucristo es el nombre que ha salvado a la humanidad que estaba separada de Dios y ha caído en pecados y maldiciones. Si Jesucristo es el Señor y el maestro, entonces somos hijos e hijas de Dios. Cuando, como hijos e hijas de Dios, nos encontramos con problemas en nuestras vidas confirmamos y experimentamos que Cristo es Aquel que ha resuelto los problemas de la realidad, que es en lo que consiste una vida de fe cristiana. Dios se responsabiliza de nuestras vidas, no cuando servimos a Jesús como un invitado importante, sino cuando Le servimos como el Señor y el maestro de nuestras vidas. Dios ama tanto al mundo que nos dio a Su único Hijo. Si somos capaces de creer en Dios, entonces seremos personas que han recibido la mayor bendición.
2. Vida que tiene evidencias
Si vivimos correctamente una vida de cristiana, la evidencia de que Dios está a nuestro lado nos será revelada. Cuando demos culto, Dios nos dará fuerzas nuevas y la sabiduría que necesitamos para nuestros estudios, trabajo y relaciones personales. Dios nos ha llamado como Sus hijos e hijas, y por eso se responsabilizará de nuestras vidas y nos contestará. No hay nada por lo que angustiarnos si creemos en esta promesa. Jesús prometió que Dios nos enviaría al Consolador, el Espíritu Santo, y nos guiaría y daría la paz que el mundo no nos puede dar (Juan 14:1:27). No olvidemos nunca que una vez que somos hijos o hijas de Dios, jamás dejamos de serlo. No debemos buscar a Dios sólo cuando estamos en apuros, sino que debemos confiarle nuestra vida entera y pasar las 24 horas al día bajo la guía y protección de Dios.
Temas para el fórum. ¿Cuáles son las cosas que nos preocupan y nos cargan en nuestro corazón? Esos problemas no pueden cambiar nuestro estatus de hijos e hijas de Dios. Dios está esperando que le contemos todo sobre nuestras vidas.