LA BENDICIÓN DEL PACTO QUE ABRAHAM DISFRUTÓ
Génesis 12:1-3 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. (2-3) A pesar de haber recibido la salvación, si no creemos en la promesa de Dios acabaremos viviendo como personas no creyentes. Seríamos como reyes que tuvieran que desterrar todavía sus naturalezas de campesinos. Cuando comprendemos nuestra identidad y gozamos plenamente de las bendiciones de Dios, no hay motivos para que las tribulaciones de la vida nos aten. Obtendremos la libertad y tendremos tiempo libre para ayudar a la gente de nuestro alrededor. ¿Podemos disfrutar de las bendiciones que disfrutó Abraham?
1. Si poseemos los ojos de la fe
Podemos ver el pacto cuando abrimos los ojos de la fe. Con los ojos del Evangelio, podemos ver el pacto que recibieron Adán y Eva en Génesis 3:15 y la esencia del arca de Génesis 6:14, donde todo el mundo puede entrar para salvarse. Entenderemos por qué Dios llamó a Abraham para que fuera a la tierra prometida. También podemos ver la razón por la que Dios ordenó a Abraham que sacrificara a su hijo, pero al mismo tiempo había preparado un carnero para morir en su lugar y así revelar el misterio de la salvación.
2. Si conocemos el horario de Dios y decidimos Dios ordenó a Abraham que abandonara la casa de su padre. No marcharse y seguir poniendo excusas significa q
ue no somos capaces de desechar nuestras posesiones personales. Esto sucede porque no conocemos la magnitud de las bendiciones que nos aguardan en la tierra prometida. Al seguir la Palabra de Dios y escoger la fe, Dios comenzará a trabajar en nuestras vidas. Nos unirá a personas de fe y nos revelará Su obra.
3. Si recibimos la fuerza que Dios da
Cuando Abraham abandonó su incredulidad y tomó una decisión, construyó un altar. Al recordar el pacto de Génesis 13:18, comenzaremos a recibir el poder de Dios. Cuando consideramos a Dios como el maestro de nuestra vida y oramos por Su reino para que se establezca donde estamos, el Espíritu Santo obra. No existe ninguna fuerza ni respaldo más fuertes que este. Disfrutaremos de la llenura del Espíritu Santo (Hechos 1:14) cuando nos entreguemos constantemente en oración.
Temas para el fórum. ¿Estamos estudiando para conseguir buenas notas y entrar en un colegio de prestigio? ¿Trabajamos habitualmente, esperando sólo el día de la paga? ¿Evangelizamos con el objetivo de que nos reconozcan? Examinemos nuestras vidas para ver para qué vivimos y cómo lo hacemos.