TRES CLASES DE FELICIDAD QUE LA PERSONA EVANGELISTA DEBE ENCONTRAR
Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. El corazón de la persona evangelista ha sido el mismo a lo largo de todas las épocas. Ama a las almas moribundas, es fiel a la Palabra y confirma las respuestas de Dios cada día de su vida. Aunque le falte la comida y las fuerzas para vivir un día más, lleva una vida llena de sentido que complace a Dios. ¿Cuáles son las tres clases de felicidad que la persona evangelista debe encontrar y disfrutar?
1. Encontremos la felicidad de desechar
Los siete Remanentes de la Biblia no se preocupaban por su felicidad en medio de su sufrimiento. No sentían rencor ni siquiera cuando les acusaban falsamente y acababan en prisión; al contrario, se concentraban todavía más en oración. Incluso cuando se cerraban todos los caminos con crisis de muerte, ellos oraban a Dios. Esta felicidad consiste en tomar decisiones con valentía y seguir adelante incluso cuando tenemos problemas y dificultades. En otras palabras, cambiemos nuestros pensamientos, acciones, hábitos y palabras incorrectas por otras que se ajusten al Evangelio.
2. Encontremos un nuevo tipo de felicidad
Si el Espíritu Santo nos seguirá guiando si está a nuestro lado. Sin embargo, como caemos en pruebas y no recibimos Su guía, seguimos sufriendo en la vida. Los malos pensamientos y conflictos se convierten en heridas con el tiempo. Antes de que las heridas se agraven, debemos encontrar “un nuevo tipo de felicidad”. Simplemente oremos: “Por favor, abre los ojos de nuestro corazón para que veamos Tus planes, y guía todo en nuestra vida, las cosas buenas y las malas, según Tu plan”.
3. Encontremos la felicidad de dar
Lo que más necesitamos no son nuestros pensamientos del mundo, el dinero, la fama o las necesidades materiales. Con el poder que poseemos, podemos destruir las fuerzas de oscuridad y las maldiciones. Jesucristo murió por nosotros, y cambió nuestro destino de oscuridad por una identidad de vida. La “felicidad de dar” consiste en salvar a las personas que están muriendo con nuestra identidad y en transmitir las bendiciones que hemos recibido a otra gente.
Temas para el fórum. ¿Hemos dado las gracias a Dios por los problemas que tenemos hoy? ¿Nos sentimos dolidos? Empecemos a orar para encontrar la felicidad que Dios nos da en medio de los problemas.