NUESTRO DIOS, QUE NOS GUARDA HASTA EL FINAL
Oseas 1:1-11 Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el lugar en donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será dicho: Sois hijos del Dios viviente. (10) El pueblo de Israel confió en su conocimiento que creía superior al del mundo y no confió en Dios. Consideró más importantes a sus conocimientos empresariales, su educación y sus leyes, y priorizaron su propia voluntad a la de Dios. El pueblo de Israel se enfrentó a problemas porque no siguió la Palabra de Dios. ¿Qué debemos saber para no seguir los pasos de los israelitas, que se apartaron de la Palabra de Dios y sufrieron como consecuencia?
1. Debemos equiparnos con el conocimiento espiritual y gozar del estatus de los hijos y las hijas de Dios
El pueblo de Israel no conocía a Dios y carecía de un corazón de amor y misericordia; disfrutaba de una vida de depravación, odio y engaños entre sí. Fracasaron repetidamente y sin embargo siguieron idolatrando a ídolos y no sentían la necesidad de tener a Jesucristo en sus vidas. Dios, por el contrario, jamás se apartó del pueblo de Israel, que se había alejado de Él. Una vez que nos convertimos en hijos e hijas de Dios, los para siempre sin importar las circunstancias.
2. Simplemente tenemos que mirar a Dios cuando tengamos problemas e incidentes
Los israelitas no oraban, sino que daban culto a ídolos con corazones malvados y mentes desoladas. Así comenzaron a recorrer el camino de la destrucción. Incluso después de siete grandes crisis y después de perder su nación y vagar por el mundo, siguieron sin escuchar la Palabra de Dios. Simplemente seremos conscientes de nuestros problemas y el sufrimiento continuará si perdemos las oportunidades que Dios nos da. Los problemas y los incidentes son episodios muy importantes dentro del horario de Dios para que Sus hijos e hijas Le busquen.
3. Debemos confiar nuestras vidas a Dios
El profeta Oseas se casó con una esposa adúltera. Incluso sus hijos fueron infieles. Consciente de ello, Dios no se apartó de Oseas, sino que le concedió Su gracia. En medio de la crisis, Oseas comprendió el mensaje que Dios le había dado. Vio que Dios estaba esperando para dar más gracia a su familia y a las generaciones futuras y que deseaba bendecirles. Dios no hace que fracasemos sino que desea darnos gracia y bendecirnos.
Temas para el fórum. ¿Sentimos indefensión porque nuestros problemas no se resuelven? No nos obsesionemos con los problemas y acontecimientos. Al contrario, miremos a Dios para que Él nos fortalezca.