EL REINO Y LA JUSTICIA DE DIOS
Mateo 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Como hijos e hijas de Dios, es muy importante que tengamos seguridad en nuestra identidad y en la respuesta a todos los problemas. Sería muy triste que no fuéramos capaces de probar la verdadera felicidad aun conociendo el Evangelio. Debemos comenzar de cero en el Evangelio. ¿Con qué clase de actitud debemos empezar?
1. Nuestros ojos para ver los problemas espirituales deben cambiar
Hay ocasiones donde parece que está bien hacer lo que queramos, llevar puesta la ropa que más nos apetece, y vivir en la casa en la que queremos vivir. No somos hijos del diablo sometidos a la maldición y los desastres, sino hijos e hijas de Dios que pertenecen a Él. No importa cuántas cosas buenas tengamos, nuestra vida fracasará si no percibimos correctamente el mundo que está atado por un estado espiritual de desolación con sus correspondientes problemas. No sólo no podremos salvar a otras personas sino que perderemos nuestra fuerza. Debemos ser capaces de ver el plan de Dios cogiendo el pacto del Evangelio para que nuestros ojos puedan ver el mundo que tiene que cambiar.
2. Los ojos para ver el campo deben cambiar
Todos nuestros pecados y maldiciones se resolvieron en Jesucristo. La razón por la que las personas cristianas siguen pasando por más dificultades y sufrimientos que las no creyentes no es que la autoridad de Dios sea débil. La razón es que los hijos y las hijas de Dios no creen de un modo realista en Su poder. Dentro de los problemas y dificultades que padecemos, Dios tiene un plan oculto y respuestas. Sin embargo, nuestros sentimientos quedan heridos y caemos en incredulidad porque tratamos de enfrentarnos al mundo sin conocer esta verdad espiritual. Nuestros campos cambiarán si no nos olvidamos de nuestra identidad y oramos para que el reino de Dios venga sobre todos nuestros campos y aspectos de nuestras vidas.
3. Debemos tener los ojos para confirmar las respuestas
Las multitudes que sólo creían en los milagros visibles que Jesús hizo al final le abandonaron. Tenemos un gran problema si lo que queremos es un milagro en lugar del plan y la guía de Dios. Dios prometió darnos una gran fuerza si esperábamos a la obra del Espíritu Santo incluso en medio de las peores dificultades. Dios nos permite todo lo que nos sucede. Dios siempre prepara lo bueno y lo mejor para Sus hijos e hijas. Debemos confiar todo a Dios y empezar a orar para confirmar estas respuestas.
Temas para el fórum. Oremos para que el reino de Dios venga sobre nuestro lugar de trabajo, escuela o cualquier campo al que vayamos en el día de hoy.