EL PACTO QUE DEBEMOS REVELAR A NUESTROS DESCENDIENTES
2 Timoteo 3:1-17 14 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; 15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Vivimos en una guerra espiritual en la cual tenemos que ganar la batalla a las fuerzas de oscuridad. Las pruebas que nos desaniman constantemente aumentan en número en todo momento; y las palabras de ánimo con las que nos intentan consolar nos sirven de poco en esta guerra. La gente que obedece la Palabra y que tiene victoria cuando sufre son personas que han cogido fielmente el pacto de Dios. ¿En qué consiste este pacto?
1. El pacto que Moisés comprendió
Moisés nació en la casa de los levitas como figura que cumpliría el pacto de Dios. Fue levantado en la familia real del Faraón de Egipto siguiendo un plan específico de Dios. Aprendió la Palabra de Dios de su madre y en el palacio se instruyó. Dios permitió que desde joven Moisés aprendiera Sus métodos al tiempo que adquiría el conocimiento del mundo para que usarlo como líder. Para que Dios nos use como Sus instrumentos, como en el caso de Moisés, tenemos que enraizar profundamente en el pacto desde jóvenes.
2. El pacto que cogió David
Dios protegió a David de los leones y las bestias del campo y le dio la victoria frente a Goliat. David entendió el deseo de Dios desde joven y se fortaleció espiritualmente a través de la meditación profunda y la oración. También cogió con firmeza el pacto de que Dios le convertiría en un líder y quiso construir el templo. Debemos enseñar a nuestros hijos e hijas y a las generaciones futuras a que tengan el correcto Evangelio y la esencia de la oración, con el fin de que adquieran la fe y la fuerza para resistir al mundo.
3. El pacto en el que José tenía seguridad
José no estaba enfadado con Dios por la muerte de su madre o la ira de sus hermanos contra él, ni tampoco por el hecho se haber sido vendido como esclavo. En medio de sus pruebas como esclavo y las tentaciones que siguieron, su fe no se tambaleó y tuvo confianza y paciencia para que el plan de Dios se cumpliera. La razón por la que José pudo tener victoria en todas estas dificultades es que se aferró al pacto de Dios desde pequeños. Igualmente, nuestra prioridad número uno es plantar la semilla del pacto que Moisés, David y José cogieron para las siguientes generaciones.
Temas para el fórum. Debemos enseñar el misterio del Evangelio a las nuevas generaciones para que la Palabra de Dios y la oración se sigan transmitiendo. Oremos para que el pacto se enraíce profundamente en nuestros corazones y mentes. Meditemos sobre cómo Dios puede usarnos para salvar a esta generación dentro del movimiento Remanente.