LA DEVOCIÓN DE LA VIDA
Levítico 19:1-10 | Y no rebuscarás tu viña, ni recogerás el fruto caído de tu viña; para el pobre y para el extranjero lo dejarás. Yo Jehová vuestro Dios (V.10).
Nosotros, que nos hemos aferrado al pacto, necesitamos el poder de Dios porque en nuestra vida tenemos que salvar a los grupos multiculturales y a los Remanentes que están muriendo. Para ello, Dios quiere utilizar nuestra vida. Entonces, ¿qué es lo que tenemos que entender el día de hoy?
1. Llamar aparte y santificar a la familia
Santificar significa llamar a personas aparte. Dios primeramente nos llamó aparte a nuestra familia y a nosotros para utilizarnos en la Evangelización del mundo. José entendió que fue llamado aparte y santificado. Por lo tanto, aunque sus hermanos le perseguían y aunque tenía una vida de esclavitud, nada fue problema.
2. Llamar aparte y santificar el culto y la oración
El culto y la oración que damos a Dios es diferente al culto y a la oración de las personas en la vida religiosa. Cuando los israelitas se reunieron para orar juntos, aconteció la obra del Éxodo (Éxodo 5:1-12:46). Cuando los israelitas celebraban cada fiesta con la oración, se quebrantaron las fuerzas de la idolatría y vino la luz sobre ellos. Dios llamó aparte y santificó los trabajos de los israelitas para salvar a las 237 naciones y levantarlos en la cumbre para sanar a otros.
Nosotros somos hijos de Dios que tienen el pacto de Dios. Los hijos de Dios son llamados aparte y son santificados. Por lo tanto, no es necesario que seamos engañados en los campos del mundo, por las palabras de las personas o por nuestros propios poderes. Cuando estamos a solas, si tenemos el tiempo de dar el culto santificado, aunque sea un tiempo corto, podemos tener la abundancia con los 5 poderes que Dios nos da.
¡Dios! Que podamos conocer correctamente quiénes somos porque somos santificados y llamados aparte. Y que llevemos a cabo la misión que hemos recibido. Oramos en el nombre de Jesucristo. Amén.
2º Culto de la Iglesia de Emanuel de Seúl | 16.8.2020