LA FUERZA FUNDAMENTAL – EL TIEMPO PERSONAL
Hechos 1:14 “Todos estos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.”
Si no tenemos fuerzas no podemos hacer nada, incluso tampoco podremos hacer cosas pequeñas. Tampoco podemos tener la oración correcta si no tenemos fuerzas. Por eso tenemos que aferrarnos a la fuerza fundamental. ¿Qué fuerza fundamental tenemos que tener?
1. El estado espiritual en vez de las respuestas
La mayoría de las personas quieren recibir respuestas pero algo más importante que respuestas es el estado espiritual. Aunque vengan las respuestas pero si el estado espiritual no está bien entonces no podremos reconocer el valor y la importancia de las respuestas. Pero si el estado espiritual está bien entonces tendremos las fuerzas para encer sobre los problemas. El estado espiritual de José siempre era igual aún siendo esclavo o cuando fue a la cárcel y cuando estuvo delante del rey. El disfrutó que Dios estaba con él siempre.
2. Lo que nos cambia (El arrepentimiento)
El arrepentimiento que habla la Biblia es que nos despojemos del pecado espiritual. Por eso el verdadero arrepentimiento es regresar a ser hijos de Dios. Es salir del “Yo”(Génesis 3:4-5), y de vivir centrado en el hombre (Génesis 6:4-5). Debemos de arrepentirnos por haber estado centrados en el mundo, centrados en el triunfo, y centrados en lo material (Génesis 11:1-8)
Aunque vivamos de la mejor manera, es imposible lograr nada con el esfuerzo y el poder humano. Si confesamos conociendo esta realidad entonces es Dios que obrará. Dios levantó a sus discípulos evangelistas sobre su roca y les dio la potestad para vencer sobre las puertas del Hades y les dio las llaves del reino de los cielos.
¡Dios! Que podamos disfrutar de la identidad de ser hechos hijos de Dios y que podamos desechar lo que esta centrado en mí mismo, centrado en el hombre y centrado en el mundo. Dios mantén nuestro estado espiritual. Oramos en el nombre de Jesucristo. Amén
1er Mensaje para evangelistas discípulos para la región | 23.6.2020