LA OFENDA DEL TEMPLO QUE DIOS RECIBE
Éxodo 35:20-29 | De los hijos de Israel, así hombres como mujeres, todos los que tuvieron corazón voluntario para traer para toda la obra, que Jehová había mandado por medio de Moisés que hiciesen, trajeron ofrenda voluntaria a Jehová. (V. 29)
El hecho de que hemos tomado el pacto de una manera concreta, quiere decir que es el comienzo de todo. Si nos aferramos al pacto de una manera concreta, podemos orar disfrutando del pacto. Construir el tabernáculo en el desierto era indudablemente el plan de Dios. Construir el tabernáculo es la única oportunidad y es el horario para que estemos dentro del pacto eterno de Dios. También construir el tabernáculo es la primera y la última oportunidad, además, es el campo donde podemos dejar las huellas de la fe eterna. En esta única oportunidad, ¿cuál es la evidencia que Dios nos ha dado y cuál es la evidencia a la que debemos aferrarnos?
1. Las evidencias de la gracia que nos dio en el pasado
Las personas que dieron la devoción en construir el tabernáculo, lo hicieron con alegría y gozo para Dios. Ellos conocían el secreto de Éxodo que tuvo lugar cuando Moisés tomó el pacto de la sangre, el mensaje que Dios le dio a Moisés. También ellos conocían las tres fiestas y el secreto del arca del pacto que les dio en el camino del desierto. Con la gracia de Dios, pudieron testificar la evidencia del pasado y devocionar en construir el templo con acción de gracias.
2. Las evidencias en el presente y en el futuro
Cuando uno va por el desierto, puede enfrentarse a los problemas espirituales surgidos por algunas tentaciones o idolatrías. Por lo tanto, necesitamos el templo donde podemos obtener el poder que Dios nos da. Es una cosa para dar las gracias porque las evidencias ya están preparadas para que podamos superar en el río Jordán, en la ciudad Jericó o en muchas situaciones fuertes que van a haber en nuestra vida. Ahora, solamente tenemos que aferrarnos al 1er., 2º, 3er. movimiento del RUTC y a las evidencias de la evangelización mundial.
Desde el principio, Dios nos llamó para estar en la cumbre, así como para salvar y sanar las 237 naciones del mundo. Por lo tanto, si sólo nos aferramos al pacto del templo, Dios se encargará de todo.
Dios, guíanos para que podamos aferrarnos al pacto que nos has dado. Guíanos para que la devoción que te damos en el día de hoy sea la oportunidad de recibir la bendición.
Segundo Culto de la Iglesia de Emanuel | 3.5.2020