UN MÉDICO ESPIRITUAL QUE SANA EL CAMPO
Filipenses 2:13
La gente va al hospital y acude al médico cuando está físicamente enferma. Después, se toman los medicamentos que les recetan o se operan para aliviar el dolor. Sin embargo, en el campo hay muchas más personas que padecen enfermedades emocionales y espirituales. No todo el mundo puede convertirse en un médico que sane el cuerpo. Sin embargo, las personas que han recibido el Evangelio son médicos espirituales que pueden sanar el alma de los demás. ¿Cómo podemos cumplir la misión de convertirnos en doctores espirituales?
1. Un médico espiritual que cambia el destino y los moldes
La sanidad espiritual consiste en cambiar el destino y los moldes de los demás a través de Cristo. El destino y los moldes tanto de Teófilo (Hechos 1:8) como del hombre cojo (Hechos 3:1-12) se quebraron y cambiaron después de conocer a Cristo. Al igual que la confesión de Pedro, que quebró su molde (Hechos 4:12), el destino de las personas enfermas de Samaria también cambió (Hechos 8:4-8). La misión del médico espiritual consiste en cambiar con el Evangelio los moldes del destino y la cultura de las personas (Hechos 13, 16 y 19).
2. Un médico espiritual que sana el cuerpo y la vida
Los hijos de Dios pueden convertirse en médicos espirituales. En primer lugar, sus corazones pueden llenarse de una gran fuerza por medio de la oración profunda. Después, sus almas se pueden avivar a través de la meditación profunda. La respiración profunda también puede sanar todo el cuerpo. Por último, los alimentos profundos pueden cambiar su naturaleza. Una vida profunda significa cambiar uno mismo para tener acción de gracias ante Dios.
El evangelista Pablo fue un modelo de médico espiritual. Cada vez que se enfrentó a dificultades (Filipenses 1:12-14) o a grandes sufrimientos (Filipenses 2:5-11), descubrió su dirección actual (Hechos 4:12-13) y confesó su fe (Hechos 3:1-21). Si restauramos la verdadera acción de gracias en el campo en el que nos encontramos ahora, podremos quebrar la autoridad de Satanás con el poder del Evangelio (Romanos 16:20).
Oración del pacto. Querido Dios, permite que hagamos la misión de un médico espiritual que salva a las personas enfermas en el campo con el poder del Evangelio.