EL SEMBRADOR
Mateo 13:1-9
Después de dar culto y salir al campo, debemos compartir un mensaje que transmita con precisión el pacto. Cuando nos aferramos con precisión a la Palabra de Dios, sus obras surgen. Es por eso que la Biblia usa a menudo la expresión “La Palabra del Señor vino sobre tal o cual persona”. ¿Qué sucede cuando nos aferramos a la Palabra con precisión y oramos?
1. La restauración de nuestro estado espiritual
Jesús contó una parábola sobre el sembrador. Dijo que las semillas que caen junto el camino, en pedregales o entre espinos no pueden dar la vida; sin embargo, las semillas que caen en buena tierra darán mucho fruto. Recibir respuestas inmediatas no es importante. Cuando nos aferramos a la Palabra de Dios y oramos, se levantan obras invisibles. Nuestro estado espiritual cambia y recibimos fuerza espiritual. Aunque sean invisibles, los frutos nacen. Es por eso que nuestro estado espiritual es más importante que las respuestas.
2. Obras y frutos que son invisibles
Si una semilla cae en buena tierra, multiplicará por cien, por sesenta y por treinta lo sembrado. Del mismo modo, una persona recibirá respuestas si se aferra el pacto. Si nos aferramos al pacto de la vida (Hechos 1:1, 3 y 8) y oramos, las obras que no se ven se levantarán y nacerán los frutos. Cuando Dios Trino obra, las puertas del trono del cielo se abren y Dios envía a sus ángeles. La pequeña semilla invisible trae cambios asombrosos.
3. El poder del Evangelio
En el año 70 d.C., Israel fue destruido por Roma. En ese momento, las puertas de la evangelización mundial se abrieron a través de las pocas personas que tenían el Evangelio. Nueve años después de la erupción del monte Vesubio en Pompeya, el Evangelio comenzó a entrar en Roma. En el año 313 d.C., 250 años después, el emperador romano reconoció al cristianismo como la religión del Estado. Este es el poder del Evangelio. Nuevos brotes nacen del tronco cortado; se desarrollan tallos; se convierten en un árbol; y al final forman un bosque. Si nos aferramos al pacto de la vida; disfrutamos el poder del Evangelio; y sembramos semillas correctas, la vida se desarrollará y las obras asombrosas del Evangelio se levantarán absolutamente.
Oración del evangelista. Querido Dios, ayúdanos a aferrarnos al Evangelio correcto y disfrutar de su poder. Permite que nos levantemos como las figuras principales que están armadas con el misterio de la oración para salvar los campos.