HAGAMOS TRES PREPARATIVOS PARA LAS IGLESIAS DEL MUNDO
Mateo 7:24-27
Como sólo tenemos una vida, debemos elegir y aferrarnos a lo que es correcto. El Evangelio es lo único que puede detener los desastres en todo el mundo y a Satanás. Este es el motivo por el cual necesitamos iglesias que estén armadas espiritualmente de forma adecuada. Una iglesia construida sobre la arena en lugar de sobre el Evangelio acabará derrumbándose; sin embargo, una iglesia construida sobre la roca no se moverá. ¿Qué tipo de iglesia deberíamos recibir?
1. Una iglesia que restaura el Evangelio
Una iglesia debe disfrutar de las bendiciones de aferrarse al pacto y restaurar el Evangelio correcto. Jesús dijo que construiría su iglesia sobre la roca, Pedro, quien había confesado a Cristo. Una iglesia construida sobre la roca es una iglesia que ha restaurado el verdadero Evangelio. Si la iglesia no puede transmitir el Evangelio correcto, las futuras generaciones vivirán como esclavos espirituales, cautivos espirituales y colonias espirituales, tal como lo hicieron los israelitas.
2. Una iglesia que restaura el poder
Las iglesias del mundo están cerrando sus puertas porque carecen de poder. Debemos restaurar el Evangelio correcto y el poder de Dios ante las muchas iglesias del mundo. Debemos sanar a las personas de otras etnias y a las futuras generaciones de sus enfermedades espirituales y levantarlas como la cumbre con el poder de Dios.
3. Una iglesia que restaura la economía de la luz
La Iglesia Primitiva que conquistó Roma recibió la economía de la luz (Hechos 2:43-45). También la recibió la Iglesia de Antioquía, que compartió el Evangelio con el mundo entero (Hechos 11:19-30). Por último, las personas de Romanos 16, que dieron todo lo que poseían por causa de la evangelización de Roma, también la recibieron. Dios ha preparado la misma economía de la luz en la actualidad. Miremos las bendiciones de Dios en la historia de la Biblia, de la iglesia y del mundo, y después oremos para que sus bendiciones comiencen también en nuestra vida.
Oración del evangelista. Querido Dios, levántanos como la figura principal de la iglesia que logra lo que deseas. Ayúdanos a permanecer en el pacto que nos has dado.