LAS PERSONAS QUE SIGUEN LA PALABRA
Hechos 1:14
Las personas que se aferraron al contenido del monte de los Olivos (Hechos 1:1-8) siguieron la Palabra, acudieron al aposento alto de Marcos y experimentaron la llenura del Espíritu Santo. Del mismo modo, las obras de “re-creación” se levantarán si entramos dentro del pacto de Dios ya que Él ha creado todo a través de su Palabra. No podemos entender la Palabra de Dios a través de la teoría o el conocimiento. Solo cuando entremos en el pacto y veamos con los ojos de la fe podremos discernir esta respuesta. La transformación se producirá completamente dentro del Itinerario del Pacto, y Dios nos guiará hasta convertirnos en líderes. Si esto es así, ¿cómo podemos entrar en el pacto?
1. El remanente
La primera condición para entrar en el Itinerario del Pacto es entender el término “Remanente”. Remanente significa “el que quedó”. La Biblia compara a los Remanentes con un árbol, y sus raíces significan “Cristo”. No importa cuántas veces se corte un árbol, siempre queda el tronco (aquel que tiene Evangelio). De ese tronco surgen nuevos brotes (futuras generaciones) que eventualmente se convertirán en un árbol. Estos árboles se unen para formar un gran bosque (evangelización mundial). Las personas que son usadas para esta meta son “los que han sido esparcidos”, “los que han sido ocultos" y “los peregrinos”, o dicho de manera más sencilla, “los que quedaron”. Este término también se conoce como “los que quedan, los que quedarán y los que harán que otros queden”. De esta forma, el Evangelio ha continuado hasta el presente y lo hará por toda la eternidad.
2. La unidad
El segundo itinerario es entender el término “unidad”. Dios está con los evangelistas en todos los campos mientras caminan dentro el Itinerario del Pacto (con). Él está con aquellas personas en el Itinerario del Pacto (Emanuel). Por último, todas las cosas se hacen una para cumplir la voluntad de Dios para aquellas personas que están dentro del Itinerario del Pacto (Unidad).
3. El entrenamiento
El tercer itinerario comprende el término “entrenamiento”. Gracias a su entrenamiento, los siete Remanentes de la Biblia disfrutaron del misterio de concentrarse en Dios dondequiera que estuvieran. Por eso, Dios los sanó y los levantó como la cumbre. Recibimos sanidad si nos enfocamos en Dios. Después, nos convertimos en la Cumbre que sana y transforma el mundo.
4. El centro
El cuarto itinerario consiste en discernir el término “centro”. Aquí es donde descubrimos el “yo” creado por Dios, nuestras cosas que Dios nos ha dado y nuestro campo dado por Dios. El RUTC se convertirá en el lugar de encuentro para esto.