EL EVANGELISMO DE LOS INTÉRPRETES Y TRADUCTORES
Hechos 8:26-28
Nuestros ojos cambiarán si recibimos fuerza a través del Evangelio. Llegaremos a entender que el plan de Dios es mayor que los problemas que tenemos ante nosotros (1 Reyes 19:1-21). La Biblia dice que lo que no se ve es más importante que lo que se ve (Hebreos 11:1-3). Si entendemos esta verdad, veremos la palabra “Remanente” que aparece en la Biblia. Los Remanentes pueden parecer personas “esparcidas, peregrinas, abandonadas y ocultas", pero son “los que quedaron, los que quedan, los que quedarán y los que dejarán” del misterio del Evangelio. ¿Cuál es el evangelismo y las misiones de los intérpretes y traductores?
1. Personas de otras naciones que ya están aquí
Los intérpretes y traductores son misioneros que salvarán a las personas de distintas etnias que ya están aquí. El campo de Samaria, que se había aferrado al Evangelio equivocado, se convirtió en una oportunidad para compartir el Evangelio correcto (Hechos 8:4-8). Después, Felipe testificó el Evangelio al eunuco etíope a quien había conocido gracias a la guía del ángel del Señor (Hechos 8:26-40). Cornelio fue discípulo en Cesárea (Hechos 10:1-45). Después, el Evangelio fue testificado a las personas gentiles cuando se abrieron las puertas de la iglesia de Antioquía (Hechos 11:19-21). En ese momento, el equipo de Pablo se formó y salió al campo de las misiones por primera vez (Hechos 13:1).
2. Un sistema para personas las de otras naciones
Debemos formar un sistema multiétnico con las personas de otras etnias que ya están aquí. Es necesario que establezcamos las instalaciones, el sistema y los discípulos que nadie puede bloquear. Después, los mensajes de intérpretes y traductores cobrarán vida y se levantarán obras. Sus mensajes serán transmitidos a todo el mundo como una misión.
3. Los protagonistas que evangelizarán las 237 naciones
Dentro de ese grupo de personas de otras naciones que ya están aquí Dios ha preparado un grupo de discípulos que salvaran las 237 naciones del mundo. Estas personas deben convertirse en las “figuras principales de los campos de evangelismo” para salvar a las 237 naciones. En el aposento alto de Marcos se experimentó la obra de que discípulos de quince naciones diferentes experimentaran el Espíritu Santo (Hechos 2:9-11). Posteriormente, también se levantó la obra de comisionar misioneros para salvar a otras naciones (Hechos 13:1-4 y 5-12). Cuando las puertas del evangelismo parecían estar cerradas, Dios mismo abrió las puertas a las 237 naciones (Hechos 16:6-10 y 16-18). Pablo incluso pudo ir a Roma gracias a las puertas que Dios había abierto (Hechos 19:21, 23:11 y 27:24). Dios obró de esta manera a través de esas pocas personas.