NUEVO PODER
Génesis 12:1-3
Dios le dijo a Abraham: “Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré”. Dios también ha prometido que nos dará ese mismo nuevo poder. Nadie en este mundo es capaz de enseñar este poder, y tampoco se puede experimentar simplemente asistiendo a un seminario o a la iglesia. Muchas personas creyentes viven como esclavas del mundo porque no conocen este poder, y se enfrentan a problemas espirituales aún más graves. Hay un pacto que debemos conocer para liberarnos de este molde y preparar uno nuevo. ¿Cuál es?
1. El incidente del jardín del Edén – La descendencia de la mujer
Dios dio bendiciones completas a Adán y Eva, que vivían en el Jardín del Edén (Génesis 1:27-28). Dios lo hizo para que disfrutaran de estas bendiciones completamente (Génesis 2:1-18). Sin embargo, al desobedecer su Palabra, perdieron esas bendiciones y cayeron en maldiciones y desastres (Génesis 3:4-5). De inmediato, Dios, que está lleno de amor, prometió el poder de la restauración (Génesis 3:15). Esta bendición es lo que los hijos y las hijas de Dios deben encontrar y disfrutar.
2. La época de los Nefilim – El Movimiento del Arca
Si no somos conscientes de las bendiciones que Dios nos ha dado, caeremos dentro de los Nefilim sin darnos cuenta (Génesis 6:4-5). Las religiones, la educación y el conocimiento del mundo están centrados en el “yo”. Sólo Noé se mantuvo al margen de esta corriente (Génesis 6:6-8). Noé era una persona que caminaba con Dios, ya que era un hombre justo y perfecto a sus ojos. Dios ordenó a Noé que construyera un arca para salvarse a sí mismo y a su familia, y para preservar la vida (Génesis 6:14, 18 y 20). Por desgracia, el incidente de los Nefilim sigue siendo una realidad hoy en día. Por tanto, debemos aferrarnos al pacto del movimiento del Arca que recibió Noé y descubrir y disfrutar diariamente de estas respuestas.
3. El movimiento de la torre de Babel – La tierra que Dios nos mostrará
Al principio, parecía que la Torre de Babel iba a ser un éxito cuando la gente gritaba: “¡Hagámonos un nombre y unámonos! ¡Edifiquemos la Torre de Babel y alcancemos el éxito!”. Sin embargo, Dios esparció a estos individuos y todos se enfrentaron finalmente al fracaso. Eso fue lo que Dios ordenó a Abraham que dejara atrás (Génesis 12:1-3). En un momento como este, donde continúa la época de la Torre de Babel, Dios nos ordena que vayamos a la tierra que Él nos mostrará. Aunque no sepamos dónde se encuentra este lugar, simplemente tenemos que ir de acuerdo con el cumplimiento de la Palabra de Dios. Este es el camino correcto de la fe.
Oración del evangelista. Querido Dios, danos un nuevo poder para librarnos de nuestro viejo molde y preparar un nuevo molde. Danos la fuerza para mirarte las 24 horas del día.