DIOS NOS HABLA SOBRE LO QUE ESTÁ BIEN
2 Samuel 7:25-29
Todos los problemas de este mundo son problemas espirituales. La obra más valiosa es dar la respuesta a las personas que están separadas de Dios y perdidas en los doce problemas. Por esta razón, necesitamos urgentemente una iglesia que proclame “sólo Evangelio”, lo transmita a la siguiente generación y lo testifique a las 237 naciones. También es esencial un templo donde estas personas puedan reunirse y dar culto a Dios. Hay una serie de puntos clave que debemos conocer si queremos ser usados en la construcción del templo. ¿Cuáles son?
1. El interés de Dios está puesto en la corriente de esta época
En el Éxodo, los israelitas cruzan el desierto, donde Dios les ordena construir un tabernáculo. Recibir fuerza a través del culto era la única manera de vivir (época del movimiento del Tabernáculo). Posteriormente, se levantaron el primer, segundo y tercer templo (los templos de David, Zorobabel, Salomón y Herodes), pero fueron destruidos en un período de setenta años (época del movimiento del Templo). Durante la Edad Media, la iglesia perdió su razón de ser original. Más tarde, se produjo un nuevo cambio a través de Lutero y Calvino. Si avanzamos en el tiempo, nos encontramos a un siglo XXI en el que el Evangelio se ha desvanecido. Dios está buscando a la iglesia que proclamará y compartirá “sólo Evangelio”.
2. Restaurar nuestro corazón para la construcción del templo
La construcción del templo es el deseo histórico de Dios. David regresó a casa victorioso de la batalla y se instaló en el palacio. Su corazón de entristeció al observar que el Arca del Pacto seguía guardada en una tienda de tela. Dios habló sobre la construcción del tempo a David a través del profeta Natán. David agradeció a Dios haber compartido con él estas palabras y oró para que la casa del precioso siervo que emprendiera esta obra fuera bendecida (2 Samuel 7:18-29). La construcción del templo es la obra que salva a la persona, a la siguiente generación y al futuro.
3. Las respuestas de todas las personas creyentes que forman unanimidad
El corazón de David buscó el templo de Dios. Los israelitas entregaron voluntariamente todas sus riquezas y posesiones (1 Crónicas 29:1-19). Entregar voluntariamente nuestras riquezas en fe es lo mismo que hacer un regalo a Dios. Nuestras ofrendas han sido preparadas por adelantado y constituyen un acto por el cual damos nuestro corazón a Dios y le expresamos la alegría contenida en nuestro corazón. El pacto debe entrar en los corazones y pensamientos de todas las personas creyentes. Sólo podemos recibir las bendiciones de Dios para esta época cuando recibimos sanidad en nuestros pensamientos.
Oración del evangelista. Querido Dios, te damos las gracias por tu gracia que nos ha salvado. Úsanos para levantar la iglesia que proclama el Evangelio, lo transmite a la siguiente generación y lo comparte con las 237 naciones. Úsanos para esta obra.