EL VIAJE DEL PACTO – NADIE, SIN CAMINO, EN NINGÚN LUGAR
Deuteronomio 6:4-9
Para recibir la bendición de Dios, hay otra pregunta que debemos hacernos aparte de “¿Qué debemos hacer?”. Esa pregunta es: “¿Estamos dentro del Viaje del Pacto?”. Poseemos el pacto que se cumplirá con toda seguridad y nos dirigimos a la cumbre con el sueño de salvar al campo y a la gente. En último término, Dios sanará al mundo a través de nosotros y hará la evangelización mundial. Para que esta obra se haga, debemos poseer el pacto del Evangelio que las personas han perdido y tener el “sueño” que se cumplirá dentro de la “visión” que Dios nos ha dado. Además, cuando dibujamos la “imagen” vívida con la Palabra y la oración, Dios convertirá nuestra vida en una obra maestra (práctica). Dentro de nuestro día, encuentros y trabajo, ¿cómo guía Dios nuestro Viaje del Pacto?
1. La ceremonia de la mayoría de edad.
En primer lugar, Él nos permite encontrar el “yo que Dios creó”. A continuación, nos deja descubrir “mis cosas dadas por Dios” y “mi campo”. Esto es posible cuando disfrutamos de que Dios está a nuestro lado a través de la Palabra y la oración. Los siete Remanentes que confesaron que el Señor estaba con ellos fueron testigos de ello. La mejor respuesta es que las personas no creyentes puedan ver a Dios a través de nosotros.
2. La ceremonia de la misión – Especialidad
A partir de ese momento, disfrutaremos la respuesta de “sólo, unicidad y recreación” con la especialidad que Dios nos ha dado. Este es el contenido de la especialidad que debemos preparar antes de salir al campo.
3. La ceremonia de la comisión
Finalmente, seremos comisionados para hacer lo que nadie más puede hacer e ir al lugar donde nadie más puede ir. Experimentaremos el cumplimiento del pacto de Dios al caminar por el camino que nadie más ha recorrido antes e ir al lugar al que nadie más ha ido antes. A través de nosotros, Dios está preparando los movimientos del desierto, de Mizpa, de Dotán, de los guardas y de la sinagoga que transmitirán este misterio. Esta es la respuesta de mil años que Dios ha preparado para nosotros.
Oración del evangelista. Querido Dios, gracias por llamarnos a pesar de nuestras debilidades para entrar en el Viaje del Pacto en el que estás haciendo la evangelización mundial. Ayúdanos a salir al campo con el misterio de “con” (Dios conmigo) y levantarnos como testigos de la respuesta de mil años.