EL DISCÍPULO ABSOLUTO – EL ENCUENTRO ABSOLUTO
Hechos 8:35-38
En el mundo de hoy, hay personas que creen en Dios y personas que no. Entre quienes sí creen en Dios, hay personas que entienden correctamente el Evangelio y otras que no. Por último, hay personas que entienden el mundo espiritual y otras que, lamentablemente, no lo entienden. El Reino de Dios se establece en lugares donde hay personas que entienden el Evangelio y el mundo espiritual. Dios también da la respuesta de la ayuda de los ejércitos de ángeles celestiales. ¿Quiénes y cuándo recibirán estas respuestas?
1. Personas que poseen el verdadero Evangelio
Satanás no teme los métodos ni el poder del ser humano. Satanás sólo tiene miedo del Evangelio. Satanás no teme a nuestros talentos, sino a “sólo Cristo”. Aunque parezcan débiles y pequeñas en comparación con los estándares de este mundo, Satanás teme a las personas que se aferran a Cristo, el respaldo del Reino de Dios, y “sólo” el Espíritu Santo como su pacto. Las obras del aposento alto de Marcos y la Iglesia Primitiva se levantan cuando las personas con este misterio se reúnen.
2. Personas que transmitirán el verdadero Evangelio
Una persona coja de nacimiento que pedía limosna en la puerta del templo, a quien nadie podía levantar, recibió sanidad de inmediato cuando las personas que se aferraron a esta respuesta como su pacto llegaron. El nombre poderoso de Jesucristo que tenía Pedro cambió la suerte de esta persona. La región de Samaria fue sanada a través de Felipe, que también estaba dentro de la corriente de esta respuesta. Felipe tuvo un encuentro con un eunuco etíope que regresaba del templo y compartió el verdadero Evangelio con él, algo que cambió su vida y la de Etiopía. Dios permite que las personas que transmiten el verdadero Evangelio tengan encuentros con los discípulos absolutos.
3. Personas que traspasaran el verdadero Evangelio.
Dios quiere darnos lo que ha estado ocultando desde tiempos eternos y aquello que glorificará Su nombre para siempre. Dios envía a Sus emisarios para que obren en nuestra vida. Dios abrirá las puertas de las respuestas para que se puedan sanar las personas enfermas y para levantarlas como la cumbre a través de quienes poseen el Evangelio. Dios nos permitirá dejar como legado una obra maestra de respuestas desde el lugar donde estamos ahora y desde donde estaremos en el futuro. Busquemos tranquilamente esas respuestas.