LA SANIDAD ESPIRITUAL DE MOISÉS
Éxodo 3:10-18
Dios había preparado una bendición para los israelitas diez mil veces mejor que el éxito del que presumían los egipcios. Sin embargo, nadie pensaba en ella. Dios llamó a Moisés al monte Horeb y le dijo que sacara a los israelitas de Egipto y que hiciera un sacrificio de sangre. Dios habló a Moisés sobre el “yo”, sobre “lo que me pertenece” y sobre “mi campo que Dios ha creado”. ¿Qué le dijo Dios a Moisés en el Monte Horeb?
1. “Quita el calzado de tus pies” (Éxodo 3:5, la sanidad de las heridas)
En Egipto, el calzado de una persona simboliza su identidad. La frase “quita el calzado de tus pies” significa escapar completamente de la lucha de Egipto que está matando al mundo, de los israelitas que han caído en esclavitud, de los cuarenta años en el palacio y de los cuarenta años en Madián y recibir sanidad. Dios sanó todas las cicatrices del pasado en el Monte Horeb. Nosotros también debemos escapar de todo nuestro pasado, que nos ata y nos destruye. Esto se debe a que Cristo ha solucionado todo.
2. “Ofrece sacrificios a Jehová” (Éxodo 3:16-18, el pacto de sangre)
Dios escuchó los gritos de los israelitas (3:7). Le dijo a Moisés que se lo contara a los ancianos y fuera con ellos ante el rey de Egipto (3:16-18). Con estas palabras, Dios quería decir que iba a levantar a Moisés como una persona que sana. Sin embargo, Moisés pensó que esto era imposible. Por eso, Dios le dijo que compartiera la Palabra “Yo soy”. A partir de ese momento, es decir, cuando estuvo preparado con el estado espiritual para poner la Palabra en práctica, Moisés empezó a recibir respuestas.
3. “Aférrate al pacto de la cumbre” (Éxodo 3:19-22)
Dios no llamó al joven adulto Moisés sino al viejo Moisés, y le dijo que estaría a su lado con su mano poderosa. Esto significaba que lo levantaría como testigo. Dios hizo los diez milagros cuando Moisés avanzó con el pacto de la cumbre. La Palabra de Dios, que parecía imposible, era la respuesta. Es decir, el pacto de la cumbre consiste en aferrarse a algo que no está sucediendo a pesar de que es, con toda seguridad, el plan de Dios. La oscuridad y los desastres se quiebran siempre que desafiamos tomando el pacto de la cumbre y con fuerza espiritual.
Oración del evangelista. ¡Señor! Danos fuerza espiritual. Permite que todas nuestras cicatrices se sanen para que podamos tomar el pacto de la cumbre y desafiar.