DISFRUTANDO DEL PODER
Salmos 18:1
David disfrutó de todas las cosas dentro de “Jehová es mi fortaleza” (Salmos 28:7) y Pablo disfrutó de todas las cosas viviendo dentro del “Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13). Debemos disfrutar ante todo del poder de Dios. Recibiremos una nueva Palabra si damos culto, alabamos y oramos mientras aferrándonos a este poder. Satanás ataca de forma constante tanto a los creyentes como a los no creyentes. Las luchas de numerosas personas con problemas espirituales continúan creciendo. En estas circunstancias, debemos aferrarnos al pacto y disfrutar del poder de Dios. Si lo hacemos, ¿qué tipo de obras se levantarán?
1. Los testigos
En la Biblia se habla de muchos testigos que disfrutaron del poder de Dios. José disfrutó de él a pesar de haber sido vendido como esclavo, y continuó gozando de las bendiciones del pacto incluso cuando fue encarcelado. Dios no reveló Su poder a Moisés cuando éste presumía de la educación que había recibido; lo hizo en el Monte Horeb, cuando Moisés se aferró al pacto. El joven Samuel estaba junto al Arca del Pacto, David en los pastos, y Eliseo en el Jordán cuando se aferraron al pacto que Dios les dio. A partir de ese momento, disfrutaron de este poder recibido. Lo mismo sucedió con los testigos de Babilonia (Daniel, Sadrac, Mesac, Abed-nego y Ester). Los miembros de la Iglesia Primitiva recibieron la misión absoluta del reino de Dios que Jesús compartió durante cuarenta días después de resucitar y se aferraron firmemente a esto como su pacto (Hechos 1:3, 14, 2:42).
2. La sanidad (3 Juan 1:2)
Nuestro espíritu será sanado cuando recibamos correctamente la Palabra de Dios y disfrutemos de Su fuerza. Después de recibir sanidad espiritual, nuestro cerebro también es sanado hasta el punto de que nuestros pensamientos y mente se reforman, y también recibimos sanidad física. El apóstol Juan conocía esta verdad y le dijo a Gayo: “yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera tu alma”. Este es el motivo por el que debemos cubrirnos con el poder de Dios en lugar de confiar en las personas.
3. El poder
Solo hay un método para recibir el poder de Dios: disfrutar de nuestra identidad como hijos de Dios. En ese momento, el Espíritu Santo, que mora en nuestro interior, nos dará fuerza, las fuerzas de las tinieblas quedarán atadas, y nos levantaremos como testigos que harán la evangelización mundial. Hemos recibido la autoridad para superar los seis estados de la persona no creyente porque Cristo, que tiene toda la autoridad en el cielo y en la tierra, mora en nuestro interior. Las obras con poder que sanan todas las cosas se levantarán si disfrutamos de esta bendición a través del culto.
Oración del evangelista. ¡Dios! Permite que disfrutemos de Tu poder como hicieron los testigos en la Biblia. Permite que tengamos victoria y disfrutemos de esta bendición durante nuestro tiempo de culto y concentración personal.