CRISTO QUIEN CAMBIA LA CORRIENTE
Mateo 4:1-11
Las personas de Dios que han recibido la salvación disfrutan de bendiciones y privilegios maravillosos. Estas bendiciones son la corriente y el cumplimiento de la Palabra, la corriente de la oración y respuestas, y la corriente del evangelismo y la salvación. Dios envió a Jesús como parte de la corriente de esta respuesta, y nos sigue dando Su guía en el presente. Si esto es así, ¿por qué motivo debemos cambiar lo grabado, nuestra raíz y naturaleza y permanecer en esta corriente?
1. La corriente de la Palabra
Cristo cambió por completo la corriente de la Palabra en la historia. Satanás tentó a Jesús para que se acercara a una época que da prioridad a la vestimenta, el alimento y la vivienda, diciendo “di que estas piedras se conviertan en pan”. Jesús se enfrentó con Su Palabra a Satanás, que estaba intentando que la Palabra desapareciera en esa época. Jesús tuvo victoria en todas las pruebas porque la Palabra tiene poder. Dios nos permitió el privilegio de disfrutar del poder y la fuerza de la Palabra.
2. La corriente de la oración
Jesús cambió la corriente de la oración. El demonio a menudo enseña que “la oración es conseguir lo que quieres”. También distorsiona la Palabra, recurre a citas falsas y nos tienta. Podemos entender que existe una corriente de oración donde el demonio engaña cuando miramos a Caín y sus descendientes. Caín fue engañado y por eso oró centrándose en la riqueza material. Jesús cambió esta corriente. Jesús nos enseñó la oración que cumple la voluntad de Dios, la oración que cambia la naturaleza y la oración que tiene la visión de Dios.
3. La corriente del evangelismo
Jesús mostró el evangelismo a Sus discípulos en el campo. Mostró el evangelismo que puede recrear el campo que está enraizado en las maldiciones de Génesis 3. También reveló el reino de Dios, que se establecerá como una obra del Espíritu Santo como fuego y viento. Los discípulos que recibieron esta respuesta derrotaron a Satanás y disfrutaron de la bendición de restaurar el reino de Dios y esa corriente.
Oración del evangelista. ¡Querido Dios! Cambia lo grabado, raíz y naturaleza incorrectos que hay en nosotros. Permítenos ganar la batalla espiritual con nuestro Señor Jesucristo. Levántanos como soldados fuertes de Cristo.