EL LIBRO DE HECHOS
Hechos 1:1-2
Hay personas cuyo entorno ha sido siempre muy positivo y que han logrado grandes cosas gracias a la educación de alta calidad que han recibido. Hay otras que causan un gran daño a las personas que las rodean. Por otro lado, existen personas cuya existencia no es muy destacable desde el punto de vista mundano pero cuya vida, sin embargo, es mucho más valiosa y reconocida que las personas que tienen muchas posesiones. ¿Cuál es la diferencia?
1. La hora de la Cumbre
Dios nos ha llamado como Remanentes y quiere que ocupemos nuestro lugar en la cumbre que salvará el mundo, la iglesia y el campo. Por tanto, debemos disfrutar del tiempo de la cumbre. La Palabra de Dios se grabará en nuestro cerebro cuando la leamos, meditemos en ella y oremos por la mañana. En ese momento, como seres espirituales que somos, podremos disfrutar de la ciencia espiritual y convertirnos en la cumbre espiritual. Recibiremos también la fuerza para superar nuestra incredulidad. Por el contrario, si no disfrutamos de este tiempo, nos llenaremos espiritualmente de desolación y caeremos en un estado espiritual en el que no podremos ni orar. Recibimos respuestas cuando en oración nos concentramos en nuestra tarea (estudios, negocios) conociendo este misterio, meditando en la Palabra de Dios y leyendo libros que nos son beneficiosos. Nuestra alma, espíritu y vida sanarán, obtendremos la fuerza que Dios nos da, y podremos ver el futuro de acuerdo con Su Palabra. Cuando disfrutemos de esta respuesta nos encontraremos en el lugar de la cumbre espiritual, de los talentos y cultural.
2. El libro de los Hechos
El libro de Hechos nos habla de cuatro tipos de horarios. Primero, el horario del inicio (Hechos 1:1-8). El médico Lucas nos habla de Jesucristo, que solucionó todo en la cruz, en el Evangelio de Lucas. Jesús, después de resucitar, habló sobre el Reino de Dios en el Monte del Olivar, y prometió darnos la llenura del Espíritu Santo. Los creyentes de la Iglesia Primitiva se reunieron en el aposento alto de Marcos tras tomar este pacto. Por eso el horario de las respuestas llegó al aposento alto de Marcos (2:1). En ese momento, el Espíritu Santo que Jesús había prometido vino sobre los que estaban reunidos, se levantaron la iglesia y los oficiales de la iglesia, y comenzó la respuesta de las Misiones. Poco después, comenzó el horario de sanidad (3:1). Un hombre paralítico que estaba frente a la puerta del templo pudo caminar por el poder del Evangelio, y las obras de sanidad se levantaron en Samaria y en la escuela de Tiranno. También hubo un horario de renovación (9:21). Las tribulaciones que experimentó el apóstol Pablo se convirtieron en el horario en el que una gran puerta se abrió para la evangelización de Roma, una oportunidad de gran renovación y un punto de inflexión.
Oración del evangelista. ¡Dios! Permite que tengamos el tiempo de la cumbre cuando nos aferremos al pacto que nos has dado. Viendo Tu horario, ayúdanos a recibir la guía perfecta del Espíritu Santo.