UNA IGLESIA DONDE SI HAY COMUNICACIÓN ESPIRITUAL
Josué 3:1-4
Dios permitió que los israelitas permanecieran en el desierto durante 40 años y que cruzaran el Jordán por un motivo. El objetivo era eliminar las impurezas que habían adquirido en Egipto y que los descendientes que acababan de nacer experimentaran Su poder, porque solo entonces podrían conquistar Canaán y evangelizar el mundo. Para conquistar la Canaán espiritual de esta época, ¿cómo debemos cruzar el Jordán?
1. Transmitir el pacto (La Palabra)
Cuando todos los ancianos de la iglesia se levanten y transmitan el pacto (La Palabra), Dios les dará la evidencia de cruzar el Jordán. En tiempos del Éxodo, Moisés transmitió el pacto a los ancianos (Éxodo 3:18) y Josué lo transmitió a los oficiales (Josué 1:10). Al regresar de Babilonia, Hageo compartió el pacto con el sumo sacerdote y los ancianos, y la Iglesia Primitiva y todos los oficiales de la iglesia transmitieron el mensaje para escapar de Roma. Así debe ser la verdadera iglesia que tiene comunicación espiritual con el pacto.
2. Tener fe
Debemos tener fe en que el Jordán se abrirá cuando los pies de los que sostienen el Arca del Pacto entren en el agua (Josué 3:15). La voluntad del Señor se cumple por completo. Del mismo modo, que fueran a la tierra de Canaán era voluntad de Dios. Si el camino está bloqueado por el Jordán, cruzarlo es voluntad de Dios. Cuando cruzamos el Jordán con Su voluntad, Dios promete echar de delante de nosotros a las siete naciones de Canaán (Josué 3:10). Dios nos habla conociendo el futuro. Lo importante no es “¿Puedo hacer esto solo?”. Dios obra a través de las personas que creen.
3. Hacer un memorial
Debemos aferrarnos a la evidencia que quedará para las futuras generaciones. Dios les dijo a los israelitas que hicieran un memorial con doce piedras del lecho del Jordán (Josué 4:1-6). Este memorial serviría para que las futuras generaciones supieran que el pueblo entero cruzó el Jordán y que lo hizo gracias al poder de Dios. Josué construyó este monumento en Gilgal, y éste se convirtió en una señal eterna para todas las personas que pasaron por el camino, los viajeros y las gentes de otras naciones.
Oración del evangelista. ¡Dios! Permite que crucemos nuestro Jordán para que tengamos éxito hasta el punto de poder compartir el Evangelio. Permite que nuestra iglesia cruce nuestro Jordán y se convierta en una iglesia que salve a las 237 naciones. Permítenos cruzar el Jordán de nuestros campos.