EL YO QUE DIOS CREÓ
Génesis 13:14-18
Hay tres tipos de personas en el mundo: los que dicen que no creen en Dios, los que creen en Dios pero que están dentro de los doce problemas causados por Satanás, y los de fe que han descubierto el “yo que Dios creó”. Dios nos ha llamado como personas de fe, nos ha dado poder y nos ha prometido que nos convertiremos en testigos. Abraham, que era un hombre de fe, también creyó en Dios y siguió Su Palabra, pero sentía que nada le estaba saliendo bien. Un día, Abraham restauró el mandato celestial de Dios después de que su sobrino Lot se separara de él. ¿Por qué motivo hizo Dios que Lot se fuera?
1. El “Yo” que Dios hizo a Su imagen
Lo hizo para restaurar el “yo que Dios hizo a Su imagen” que hasta Abraham desconocía. Dios le recordó el pacto de marcharse de su país, de su familia y de la casa de su padre y dirigirse a la tierra que Él le iba a mostrar. Dios nos da las bendiciones originales cuando restauramos el “yo que Él hizo a Su imagen”. Debemos conquistar y gobernar con el poder de ser creados a la imagen de Dios (Génesis 1:27-28).
2. El “Yo” que Dios ha creado de nuevo
Lo hizo para preparar a Abraham como el “yo que Dios ha creado de nuevo”. Abraham abandonó Ur de Caldea, pero huyó una vez más a Egipto. Dios le dijo a Abraham que saliera de Caldea y Egipto. Este fue el mandato celestial que Dios le dio a Abraham. Nosotros también debemos descubrir el mandato celestial dentro de las cosas grandes y pequeñas. La obra de Dios comenzará cuando nos aferremos al mandato celestial.
3. El “Yo” que está con Dios
Lo hizo para convertir a Abraham en el “yo que está con Dios”. Abraham le cedió todo a Lot y le hizo alejarse. En ese momento, Dios le prometió a Abraham que le daría la tierra que veía delante de sus ojos a él y a su descendencia. También le prometió que su descendencia sería tan abundante como el polvo de la tierra y que le daría la tierra que recorriera. Abraham, que recibió este pacto, construyó un altar para Dios, y comenzó a disfrutar de que Él estuviera a su lado.
Oración del evangelista. ¡Dios! Permite que descubramos el “yo” que has creado a Tu imagen, el “yo” que has creado de nuevo, y el “yo” que está Contigo, y haz que este sea el día en el cual nos aferremos a tu mandato celestial.